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Obreros trabajan en la rehabilitación de la Estación del Norte. Iván Arlandis

La metamorfosis de la Estación del Norte

Los viajeros se acostumbran a los andamios mientras los comercios ven afectados sus negocios | El proyecto, en su primera fase, comenzará a retirar la cubierta por una más sostenible

Gonzalo Bosch Rodríguez

Valencia

Jueves, 11 de abril 2024, 00:20

El pasado junio de 2023 comenzaban las obras de rehabilitación integral de las fachadas y techo de la Estación del Norte y la conexión de la la ejecución del cañón peatonal de la Línea 10 de Metrovalencia que conectará con la estación de la ... calle Xàtiva. Desde entonces, los viajeros de Renfe y comerciantes de la estación han tenido que ir acostumbrándose a la llegada de los andamios, la recogida de escombros o el ruido de las excavadoras y demás maquinaria de obra. Con todo ello, el final de la remodelación de este emblemático edificio de la ciudad no se espera hasta al menos dentro de dos años. Viajeros, comerciantes y hasta los propios ferrocarriles deben acostumbrarse, para bien o para mal, al desarrollo del trabajo de los operarios.

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Los principales damnificados por los trabajos de rehabilitación son, sin duda, los comercios del interior de la estación. Cuando uno se adentra en el edificio, de lo primero que se percata es de la poca visibilidad que provocan los andamios, los cuales se erigen hasta lo más alto de la cubierta que se pretende sustituir. Ante el mar de barrotes y plataformas por las que pasean los operarios, los comercios desaparecen de la vista de los viajeros. Es prácticamente imperceptible visualizar los letreros de los negocios que allí se encuentran. «Desde que están las obras la gente entra mucho menos, prácticamente ni nos ven con los andamios, pero es lo que hay», comenta una trabajadora de una tienda de golosinas. El negocio está situado a mano derecha si se mira hacia los andenes. El nombre del local ni se ve cuando uno entra por la puerta principal.

Del mismo modo, a mano izquierda si se continúa con la vista puesta en los trenes, la situación se complica aún más. Los andamios, unido a que la salida por ese lateral de la estación permanece cerrada por las obras de la calle Alicante, hacen que el tránsito por ese lateral del edificio sea aún menos fluido. «Desde que las obras del metro han cortado esta salida, aquí entra la mitad de gente que antes», comenta la dependienta del puesto de loterías. Tiene razón. Con ese lado de la estación cerrado, el flujo de de gente se dispersa en línea recta o hacia la salida del lado contrario, donde se encuentra la parada de taxis.

Andamios en el interior de la Estación del Norte. Iván Arlandis

Sin embargo, para los pasajeros de Renfe las obras afectan de manera muy diferente. Las señalizaciones de Adif aparecen colgadas y explican a todo el que entra qué puede encontrar entre los pasillos generados por los bloques de andamios. Uno de los trenes acaba de llegar a la estación. Los pasajeros inician su camino hacia la salida principal. «Las entradas y salidas están bien organizadas, nunca he visto que el flujo de gente tapone y los andamios obviamente tapan parte del paso pero no molestan», comenta un joven con una maleta que suele venir de su pueblo a estudiar a la capital. Otra viajera, también recién llegada, comparte su versión: «entiendo que a lo mejor a los negocios les pueda afectar más, pero yo nunca he visto ningún problema de paso y si las obras van a dejar más bonita la estación, bienvenidas sean».

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Además, con el desarrollo de los trabajos, al mismo tiempo que se mantiene el flujo de trenes, algunos de los ferrocarriles no llegan hasta el final del andén para hacer su parada. En un par de vías, los pasajeros deben recorrer unos cien metros entre los tornos y el transporte. «Si vas con prisa un día puede llegar a ser un poco molesto, pero uno se acostumbra, y más si quedan dos años para que terminen esto», comenta entre risas una viajera. Desde el inicio del proyecto, todas las decisiones sobre las obras se tomaron con la idea de no entorpecer el flujo de ferrocarriles.

Estado de las obras

Obras de la cubierta de la estación. Iván Arlandis

Las obras de la Estación del Norte están planificadas sobre tres fases: fase cubiertas y naves laterales, fase marquesina histórica principal y fase de fachadas y carpinterías. El objetivo de estas obras es recuperar los colores originales de las fachadas y sus detalles, como las naranjas; reponer piezas que hayan sufrido daños, se recuperará toda la marquetería o se sustituirá la cubierta en su totalidad. Actualmente las obras se encuentran en la primera fase, donde van a comenzar a cambiar el techado, cuyas piezas se sabe que contienen amianto. Las lamas serán retiradas una por una, se colocará una primera cobertura inicial que impida la entrada de lluvia en la estación durante el proceso de las obras y la nueva cubierta será un material compuesto por zinc. Las placas centrales serán transparentes para permitir la entrada de luz natural. A partir de ahí continuarán unos trabajos que, como mínimo, no finalizarán hasta 2026.

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