El milagro del ficus de plaza de España

Los técnicos del Ayuntamiento son optimistas pero también cautelosos. Los expertos usan metáforas hospitalarias para referirse a la situación del árbol: si estuvo al borde de la muerte, ahora ha revivido porque se optó por una poda agresiva que supuso un «coma inducido». La intención era ralentizar la actividad del ejemplar, que al ser de hoja perenne por provenir de tierras más cálidas no se detiene en todo el año, para esperar a que el árbol sanara por sí mismo. Eso ha pasado. Muchas de las ramas que parecían muertas en abril han recuperado su hoja verde y el aspecto horrible que tenía a comienzos de primavera ha desaparecido. Se puede decir, por tanto, que está «fuera de peligro».

Pero también hablan de que, aunque «ha pasado a planta», no se le puede dar el alta aún porque todavía no está curado del todo. «Pasó tres semanas sin que viéramos mejora y ahora sí, pero hay partes tanto aéreas como subterráneas que están dañadas. No sabemos cómo vamos a solucionarlo», aseguran desde el servicio de Parques y Jardines. «Entendemos que está fuera de peligro pero todavía no es un árbol estructuralmente recuperado y equilibrado con capacidad de desarrollo», indican.

De hecho, al ojo experto de los técnicos municipales, gestores de un patrimonio arbóreo de varios miles de ejemplares, hay partes del árbol que están perdidas irremisiblemente. Son determinadas ramas de la parte más cercana al cuarto piso del edificio donde está la parroquia de San Vicente, por ejemplo. En esas ramas grises no ha vuelto la vida, por lo que habrá que retirarlas. Pero los técnicos quieren saber si se puede hacer si poner en peligro la estabilidad del árbol, porque estas partes dañadas también incluyen algunas raíces.

«Sabemos que ha sufrido daños en el trono y en las raíces, tenemos que ver si mantiene el equilibrio estructural», comentan desde el servicio. Para ello, los técnicos disponen de herramientas que buscan huecos en el interior del tronco para ver si la madera ha muerto. Si es así, hay que retirarla porque se pudre, pero por desgracia en ocasiones la tala de una raíz puede dar al traste con la estabilidad de todo el árbol, sobre todo en ejemplares de gran porte como este ficus. «Tenemos que saber si tiene garantías de mantenerse estable, a ver si podemos reestructurarlo o tenemos que decidir si mantenerlo o no», indican desde Parques y Jardines. Nadie quiere hablar de talarlo, pero es una opción que, lamentablemente, sigue encima de la mesa.

Mientras tanto, los técnicos municipales extreman los cuidados al ficus, como el uso de tratamientos vitamínicos con aminoácidos y productos especializados con la intención de que sane por completo. El árbol fue atacado en abril cuando alguien practicó un agujero en el tronco y le inyectó directamente en su interior un herbicida sistémico que dañó gravemente el árbol monumental, que lleva más de 40 años en su emplazamiento en plaza de España. Aunque al principio se habló de talarlo, los técnicos optaron por un tratamiento conservador que parece haber dado sus frutos. Y eso que los primeros días no eran demasiado optimistas. Los expertos cuidados de los funcionarios y la fortaleza del árbol han conseguido salvar el primer 'match ball', pero la vigilancia continúa.