Mañana de jueves ante la puerta de los Apóstoles de la catedral: cita con el Tribunal de las Aguas para una sesión que preserva el mismo ritual a lo largo de los siglos
Denunciats de la Séquia de Quart... Denunciats de la Séquia de Quart... La voz de la huerta valenciana se escucha cada jueves como una suerte de salmodia. Un canto telúrico al servicio del Tribunal de las Aguas, cuyo alguacil ejerce como médium luego de que el presidente abra la sesión y le conceda permiso para recitar cada acequia que rodea Valencia, donde se deposita el ADN de la identidad de toda la Comunitat. Es un rito milenario que convoca a un elevado número de curiosos, incluida la inevitable cuota turística, ante la puerta de los Apóstoles. Una ceremonia muy adictiva: ser testigo de ella equivale a un viaje hacia un pasado más que secular. Milenario.
El profesor Daniel Sala, jubilado ya de sus clases en el Luis Vives, explica para LAS PROVINCIAS los pormenores de una institución trascendental para entender a Valencia, única en el mundo: es la instancia judicial más longeva, que aplica el derecho consuetudinario para resolver litigios entre agricultores a cuenta de riesgos y demás quehaceres propios de la huerta. Ya son escasas las demandas que llegan a verse ante el tribunal, como nos avisa su actual síndic, Francisco Almenar, lo cual habla con elocuencia de su absoluta modernidad: implantó la conveniencia de la mediación, que evita a los juicios acabar en la vista oral, cuando esta estrategia no era tan habitual en la justicia convencional como lo es ahora. Una conmovedora vigencia que tal vez no se conoce como debiera: este episodio de nuestras Historias de Valencia, el podcast de LAS PROVINCIAS, nace para contribuir a paliar ese olvido.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.