Las calles de Valencia se llenan con la marcha del Orgullo más reivindicativa

Unas 15.000 personas según la organización y la Delegación del Gobierno, en una fiesta trufada con una fuerte carga reivindicativa. Ese podría ser el resumen de la manifestación del Orgullo LGTBI que recorrió ayer las calles del centro de Valencia y que acabó en la plaza del Ayuntamiento con la lectura de un manifiesto al público.

«Hoy volvemos a esta plaza, nuestra plaza, para celebrar las victorias de nuestro movimiento y conmemorar las revueltas de Stonewall que continúan más vivas que nunca. No nos cansaremos de decir que no toleraremos ningún paso atrás en nuestros derechos, no permitiremos que el fascismo de extrema derecha de Vox con la complicidad del PP nos señale y ponga en riesgo los avances hasta ahora conquitados», dijeron en la lectura del documento.Previamente, el coordinador general de Lambda, Fran Fernández, en declaraciones a Europa Press, señaló que la celebración del Orgullo de este año es «más reivindicativo que nunca» porque la gente es «más consciente hoy que nunca que hemos de salir a reivindicar».

«Si siempre hemos salido a defender nuestros derechos y a celebrar los que habíamos conseguido, hoy añadimos luchar contra el peligro de retroceder», subrayó. Criticó que el Ayuntamiento de Valencia haya «dado la espalda» a su juicio a las organizaciones del colectivo: «Si no te quieren en un sitio, lo mejor que puedes hacer es no estar», dijo en referencia a la decisión de las asociaciones de no participar en las convocatorias oficiales del Consistorio.

Eso sucedió hace semanas y fue el inicio de un ambiente que se ha ido caldeando poco a poco con una fuerte carga política, sobre todo a raíz de la polémica por la decisión del gobierno municipal de que no ondeara la bandera arcoíris en el balcón de la sede consistorial. Sí que ha estado por el contrario en decenas de autobuses de la EMT y carteles publicitarios por la ciudad.Ese ambiente no sirvió para atraer a más público. Según señalaron desde la organización, el pasado año se congregaron 20.000 personas en la manifestación, cinco mil más que ayer. La cara más conocida en la marcha fue sin duda la del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien estuvo acompañado por la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé.

El ministro pidió a las asociaciones LGTBI a estar «con las defensas bien altas» porque «cualquier retroceso» en derechos «es posible» desde la llegada del PP y Vox a los gobiernos de varias autonomías en España. «Es una realidad, nunca les ha gustado el avance en los derechos», dijo. También aludió a la polémica de la pancarta en el Ayuntamiento. «Lo que a la alcaldesa le salió el otro día, a muchos que nos hemos impregnado de valores y a los miembros del colectivo que lo hemos pasado mal, esas frases no nos salen», afirmó.Uno de los eslóganes más escuchados fue la petición de dimisión de Catalá por la polémica sobre la bandera arcoíris en el balcón municipal. «A algunos partidos políticos les molestan nuestras banderas, pues se van a cansar. Aquí llegan las nuestras», decían entre el público, además de declaraciones desde Lambda como que «la actitud del actual gobierno valenciano nos obliga a tomar las calles».

«Pels nostres drets, orgull i resistència» fue el lema que encabezó una marcha reivindicativa que salió del paseo de la Alameda para entrar en el centro por la calle Colón y acabar en la plaza del Ayuntamiento. Fernández, coordinador de Lambda, dijo en el inicio que ayer se iba a ver «cuál es el Orgullo de verdad y qué fue la verbena de San Juan organizada desde el Ayuntamiento», en alusión al concierto de Rosa celebrado hace una semana, inicio de las actividades oficiales del Consistorio.

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