Un mirador coronará el parque provisional de Nazaret junto al puerto

El alcalde detalló a la representación vecinal la adecuación de zonas de sombra, que se prevé instalar antes del verano. La idea inicial es habilitar un par de islas de sombra de 16x4 metros, aunque el Ayuntamiento maneja también otras opciones, como islas de 8x8 metros o, incluso, unidades sueltas de 4x4 metros, con el objetivo de tener más posibilidades en el espacio. No obstante, se atenderá a los planteamientos del vecindario.

Otra de las iniciativas que se prevé es destinar parque del espacio a una zona de huertos urbanos. Antes de acabar el año se redactará el proyecto para la adecuación de los terrenos. El vicealcalde Sergi Campillo destacó que Espai Natzaret, como se denomina al jardín provisional, es un ámbito de transición, pero que permite ya al vecindario disfrutar de un espacio amplio. «Era muy importante abrir este espacio hasta que esté concluido el Parque de Desembocadura, que será una infraestructura verde definitiva para toda la ciudad y la culminación del Jardín del Túria».

La colocación de toldos para dar algo de sombra es una de las prioridades vecinales. «Hace un calor criminal y no se puede estar, todo lo que sea plantar árboles y ganar sombras vendrá bien», indicó el presidente de Nazaret Unido, José Antonio Barba. El dirigente vecinal mostró más dudas acerca del mirador por su coste, en lo que debe ser un jardín provisional.

«Han comentado que sería más como un lugar de observación de pájaros, no está claro», apuntó, lo mismo que los aparatos de gimnasia para mayores. «Nos han dicho que no los habían tenido en cuenta». Al parque se accede ahora por la calle Castell de Pop, al estar cerrada la puerta habilitada desde la calle Jesús Nazareno. Se trata del muro que Ribó golpeó con un martillo de forma simbólica hace más de un año para el inicio de las obras. El muro sigue en pie.

La concejalía de Ciclo Integral del Agua evalúa ya el proceso para la instalación de una fuente en este espacio, que ofrecerá un área fresca en los meses más calurosos, y también antes de que concluya el año se prevé instalar un parque de calistenia. Durante la visita, el alcalde ha participado junto al vecindario en la plantación de un ejemplar de ginkgo, una de las especies de árbol vivo más antigua, especialmente conocido como el árbol de la paz porque sobrevivió a la bomba atómica de Hiroshima.

El alcalde también se refirió al proyecto del mirador al mar, que subrayará la especial relación del barrio de Nazaret con el Mediterráneo, y que está en estos momentos pendiente de licitación. Finalmente, respondió a los planteamientos del vecindario sobre la presencia de pintadas en el parque, y adelantó que se está preparando un convenio con la Capitalidad del Diseño para resolver la solución estética del entorno.

Espai Natzaret es un parque de 30.000 metros cuadrados habilitado sobre el espacio post industrial que estaba ocupado hasta hace unos años por las instalaciones de la fábrica Arlesa-Moyresa-Bunge. El Ayuntamiento ha reconvertido este espacio en zona verde, que formará parte del futuro Parque de Desembocadura, uno de los proyectos de infraestructura verde más importantes de la ciudad, que abordará la prolongación del antiguo cauce del hasta el mar. Con sus 253.411 metros cuadrados, se convertirá en un pulmón verde de la ciudad como el Jardín del Túria o el Parque Central.

Acudieron al encuentro los representantes vecinales Maite Biosca y Julio Moltó, de la Associació veïns i veïnes Natzaret; José Antonio Barba, de Nazaret Unido; Carmen Bernabeu, de Plataforma Desembocadura Natzaret Morera; Vicent Martínez, de la Associació de veïns i veïnes Grau-Port; y Vicent Martínez i Sebastiá, de la Plataforma El litoral per al poble.