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Barcelona le ha hecho un favor a Valencia con el rechazo a una Copa América que le birló para la edición de 2024. Las mismas ... instituciones catalanas que apostaron fuerte por el evento hace algo más de dos años consideran que no tiene sentido repetirlo en la ciudad condal. Esto ha trastocado los planes del Team New Zealand y de su CEO, Grant Dalton, que hace sólo 12 meses se mostraba encantado de la que ha sido la sede de la edición 37 de la lucha por la Jarra de las Cien Guineas. Públicamente no habrá malas palabras, pero lo cierto es que el anuncio de las administraciones catalanas prácticamente nada más finalizar la ceremonia de clausura sentó como una puñalada en el equipo oceánico.
El sentimiento puede compararse al de la parte despechada en una ruptura sentimental repentina. De ahí el comunicado en el que Dalton ponía en valor el crecimiento experimentado y la necesidad de encontrar un destino con más espacio que el Port Vell, el escenario con el que le sedujo Barcelona menos de dos años. El CEO del New Zealand justificó que se quiere una Copa América más grande, con un mayor número de equipos, además de seguir trabajando en dos competiciones que se han implantado en 2024: la femenina y la juvenil. Detrás de este argumentario hay una estrategia para atajar cualquier atisbo de debilidad al negociar con las ciudades que aspiren a ser la nueva sede.
Porque el cambio de rumbo de Barcelona ha obligado también a realizar un viraje al Team New Zealand. En un principio se había hablado de tres meses para conocer la sede de la 38 edición de la Copa América. La razón quizás esté en que Dalton tenía el seguro de la ciudad condal a modo de comodín para sacar más dinero a otras ciudades que pudieran pujar por el evento, como es el caso de Valencia. «La última vez tardamos un año en decidir, está claro que con el condicionante del Covid-19, pero eso fue mucho tiempo. Hay que empezar a pensar ya. Una de las ventajas importantes que tiene España es la figura de evento de excepcional interés público», declaró el empresario y navegante neozelandés en una entrevista concedida a este periódico en octubre de 2023.
El CEO del New Zealand alardeaba de su relación estrecha con los políticos catalanes: «Están en mi lista de llamadas rápidas... los tratamos como amigos, porque son amigos». Pero como buen navegante sabe que todos los que se acercan a la Copa América exprimen los reglamentos y los contratos en beneficio propio. Él lo hará con Valencia, o con Estambul, o con quien se le ponga delante. Eso sí, ya sin la seguridad de tener la baza de Barcelona, donde no le han cantado a Dalton lo de «amics per sempre».
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