En busca de tesoros para llenar de contenido el Museo del Mar del Cabanyal

Este edificio centenario, ubicado en la calle Eugenia Viñes, era donde los pescadores guardaban los bueyes que utilizaban para transportar las barcas hasta la playa, y ahora ya está listo para que se inicie el proceso de dotarlo de contenido museístico, tal como ha podido comprobar esta mañana en una visita de obras la alcaldesa de Valencia, María José Catalá.

Ahora hay que buscar los tesoros entre los recuerdos de los descendientes de los patrones de barca y pescadores para poder representar en este museo lo que ya retrató el pintor Joaquín Sorolla en sus lienzos y que también inmortalizó Vicente Blasco Ibáñez con su pluma en obras como 'Flor de mayo' o cuadros como 'El Pescador' o ''Aún dicen que el pescado es caro!'.

El nuevo Museo del Mar podrá abrir sus puertas a principios de 2025 y abarcará desde el origen de la pesca del bou, las embarcaciones más representativas, los oficios, el teñido de las redes, el patio de teñidores, la evolución del puerto de Valencia y la vinculación con la actividad pesquera.

Catalá ha explicado que la Casa dels Bous se convertirá en la primera sede del Museo del Mar. «Estamos finalizando el proyecto museológico y ahora nos queda el proyecto museográfico, que consiste en seleccionar las piezas que va a albergar este espacio y como ponerlas en valor para contar el relato de los oficios del mar en la ciudad».

Ya, de cara a futuro, se continuará este museo con otras subsedes como es el caso del Varadero del puerto y las Reales Atarazanas, una iniciativa que ya se reflejaba en el proyecto inicial.

En esta visita han estado presentes vecinos descendientes de los patrones de barca o pescadores como Amparo Oliver y su esposo, Adolfo. «Mi abuelo fue presidente de la lonja del pescado y mi padre trabajó en la Casa dels Bous», indica Amparo.

Su familiar, José Antonio Oliver Curat fue uno de los fundadores de la Casa dels Bous «y fue uno de los que consiguió, tras la cesión de los terrenos del rey Alfonso XII, que la gente pudiera vivir en las casitas».

Además, quieren colaborar con el Museo del Mar y cederán un farol de una embarcación, una báscula de pesar el pescado y ha permitido la reproducción de una fotografía de la Casa dels Bous en pleno rendimiento, para que se muestre en el museo.

También ha estado presente Pepe Nicolau, también descendiente de pescadores, que además es un gran historiador y forma parte de dos colectivos como son el Foro del Marítimo y el Grupo de la Casa dels Bous, y que seguro que realizará aportaciones de documentos y objetos para que se expongan en este Museo del Mar.

Rubén Pacheco, licenciado en Bellas Artes y gestor conservador de Patrimonio Cultural, avanza que el Museo de Etnología de Valencia les cederá una embarcación de la época, un 'falucho', que se expondrá en el centro de la sala principal.

Además, se podrán ver vídeos con documentales grabados donde los protagonistas son los descendientes de los pescadores, que narrarán cómos e vivía en aquella época.

En cuanto al presupuesto para hacer viable la rehabilitación de la antigua Casa dels Bous, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha comentado que han sido cerca de dos millones de euros lo que ha costado la reforma y se ha recuperado la nave de establos, pieza emblemática del conjunto y el patio de teñidores anexo.

Se han realizado intervenciones de consolidación y restauración para la recuperación y puesta en valor del edificio y se ha habilitado el interior para un nuevo uso como espacio socio-cultural, con espacios expositivos, culturales y representativos del Museo del Mar.

El edificio rehabilitado cuenta con amplios espacios para el museo, con zona de recepción, salas expositivas, despachos, aula didáctica y hasta una cafetería.

Se ha recuperado el reloj de sol que hay en la fachada principal y un segundo que se descubrió junto a las casitas de tenyidors, que en realidad marcaba las primeras cuatro horas de inicio de trabajo de los pescadores y las cuatro últimas, por la incidencia de la luz que recibía. Eso sí, no se ha conservado la valla metálica original y se ha sustituido por una nueva.

Durante la visita, Catalá ha añadido que quería «agradecer el interés de todas las personas que son de la Marina Auxiliante, que descienden de todo el trabajo en Valencia, y que están dispuestos a colaborar con las piezas que tienen en su colección particular».

Según Catalá: «Vamos a empezar a trabajar con ellos en el proyecto museográfico del futuro, seleccionando las piezas y el relato para dar respuesta a lo que se merece esta zona de Valencia, una explicación de todos estos oficios tradicionales».

En el recorrido se ha explicado a los presentes que en la época la planta superior tenía un espacio diáfano, para poder acoger en la parte inferior a los bueyes, unos animales que además emitían una cantidad importante de gas metano y, por eso, se necesitaba un espacio aireado y grande. En parte de la planta superior se almacenaba la comida que necesitaban estos animales y, en un solar contiguo, estaban las casitas de los patronos de barco donde tenían hornos y balsas para teñir las redes.

La Casa dels Bous es un conjunto formado por un patio descubierto y dos edificaciones de dos plantas de altura. El edificio trasero servía originalmente como establo y en el delantero se encontraban la vivienda de los encargados de los bueyes.

En cuanto a la construcción, se trata de un edificio modesto y sencillo, que cuenta con escasa ornamentación, entre la que cabe destacar unas cabezas de bueyes en la fachada principal. El espacio de Tenyidors se encuentra colindante a la Casa dels Bous. En este edificio se tenían las redes de cáñamo de los pescadores