Una normativa que costará implantar

Una usuaria del patinete circula por la acera, acto que podrá ser sancionado según el borrador de la nueva ordenanza de movilidad presentada el pasado lunes.

Dos ciclistas recorren una calle peatonal, 48 horas después de que Giuseppe Grezzi, concejal de Movilidad Sostenible, anunciase que se penalizará también a los ciclistas que circulen por las aceras.

Ciclistas circulan en esta calle peatonal sin dejar distancia suficiente entre bicicletas y viandantes. Otra muestra más de estas infracciones, que ya aparecen como tal en la ordenanza actual, que data de 2010.

Tres ciclistas en otra calle peatonal, circulando junto a viandantes. Basta con un paseo por Ciutat Vella para comprobar que esta nueva normativa costará de implantarse entre las costumbres de la ciudadanía.

Una ciclista circula por la acera en plena plaza del Ayuntamiento. También es cierto que es cada vez más habitual verlos andando junto a sus bicicletas en zonas de grandes aglomeraciones.

Un usuario de patinete cruza un paseo de peatones. Son quienes más incumplirían la futura norma, porque ahora mismo se encuentran en una suerte de limbo legal en el que no se sabe por dónde han de discurrir.

Otra usuaria de patinete circulando por la acera del centro. El vacío legal en el que se encuentran los que optán por este medio de transporte llevó, en verano, a que la Policía Local incautara patinetes en una empresa privada por estar estacionados en la vía pública antes de que llegara la orden de jefatura.

Un ciclista ata su bici a una farola en la calle Ribera. Con la nueva ordenanza, las bicicletas serán equiparables (en la práctica) a los patinetes eléctricos.

Un usuario de «skate» discurre por la zona peatonal. Lo que está claro es que, hasta la entrada en funcionamiento de la nueva normativa, lo que pasará dentro de meses (aún faltan informes municipales sobre el texto presentado el lunes), el centro sigue viviendo casos de usuarios incívicos de estos medios de transporte.