La nueva avenida Pérez Galdós borra las líneas rojas

Es una de las novedades del estudio realizado por la concejalía de Movilidad a petición de la junta de gobierno y que ha aireado este miércoles la concejala del PSPV María Pérez, que ha denunciado la reducción del espacio peatonal de 4 a 3,6 metros.

La supresión del paso inferior y la transformación de la Avenida Pérez Galdós-Giorgeta en un eje de dos sentidos de circulación en todos sus tramos con una configuración de dos carriles para el tráfico a motor y un carril bus segregado, «implicaría una muy pequeña reducción del tráfico actual de dicha vía (-2,6 %)», desvela el informe.

La supresión del giro hacia la calle Linares modifica los itinerarios, dejándose de utilizar la avenida Pérez Galdós-Giorgeta para dirigirse hacia la A-3 desde el lado este de la ciudad. Los vehículos con origen la propia avenida Pérez Galdós-Giorgeta identifican un nuevo itinerario para dirigirse a la avenida del Cid a través de Tres Forques–Enguera, las cuales incrementan sus intensidades sin producir alteraciones preocupantes en sus niveles de servicio.

Se genera un nuevo itinerario (giro a izquierdas desde Ángel Guimerá a Pérez Galdós), que en la actualidad no existe, debido a la prohibición de giro a la calle Linares y a la creación de un doble sentido de circulación en la avenida Pérez Galdós entre la calle Ángel Guimerá y la avenida del Cid . Cid. Ello arroja un incremento de intensidad en la Gran Vía (+4,6%) que no modifica su nivel de servicio, así como un incremento en Ángel Guimerá (+13,2%) que empeora el nivel de servicio actual, sin llegar a superar su capacidad. La opción 2, la que prevé un carril por sentido más uno para buses, incrementa la intensidad en las grandes vías hasta el 14%, a costa, por supuesto, de reducir la circulación en Pérez Galdós un 26%.

«No se detectan valores extremos ni en longitud de cola ni en demoras», indica el informe. El consumo de combustible del vehículo flotante es similar en el escenario 0 (0,39 l) y en el escenario 1 (0,41-0,42 l) en ambos sentidos. El tiempo de recorrido del vehículo, alrededor de 4 minutos, también presenta valores muy similares respecto a la situación actual, no observándose mejoras ni empeoramientos significativos.

El espacio recuperado para peatones sale, precisamente, de las franjas rojas, un metro por sentido. «Estos dos metros no son suficientes para crear una infraestructura ciclista segregada, que cumpla con los criterios de la «Guía de recomendaciones para el diseño de infraestructura ciclista» del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), que requeriría ancho mínimo de 2,5 - 3 m (bidireccional) o 3 m (dos unidireccionales)», indican los técnicos.

«La diferencia entre dichos anchos y los dos metros sobrantes deberá obtenerse de la reducción de ancho de carriles, que podrían pasar a 2,85 m y restarse del ancho de las aceras, lo que permitiría obtener unas aceras de 3,60 m, en las que se podrían incluir alcorques de 1,20 m de ancho, resultando un ancho peatonal libre de obstáculos de 2,40 m en cada acera. Con ello sería posible una mediana de 2,00 m de ancho», señala el informe remitido por el PSPV.

Mientras, Pérez ha cargado contra el PP porque nada dice el informe de la contaminación o el nivel de ruido que van a soportar los vecinos. «Catalá tenia encima de la mesa un proyecto magnífico, que nos hacía avanzar como ciudad. Un proyecto consensuado con los vecinos, que mejoraba el espacio peatonal y lo ampliaba hasta los seis metros, que reducía la contaminación de la avenida y que permitía la renaturalización, y en cambio la señora Catalá ha decidido recortar aceras y poner en duda la renaturalización, castigando a los vecinos a vivir en una avenida que prioriza el coche privado y la contaminación», ha manifestado.

La edil se ha manifestado en estos términos tras analizar el informe elaborado por el servicio de Movilidad donde se certifica que las aceras pasarán de los 6 metros previstos en el proyecto Arrels a los 3,6 de PP y Vox. «El estudio, además, pone en duda que se pueda colocar arbolado en las aceras por las canalizaciones existentes, con lo que se pone en cuestión la renaturalización de la avenida, y recuerda que, en caso de poder hacerse, reduciría la extensión de las aceras a 2,4 metros». En el mejor de los casos, ha añadido Pérez, «Catalá recortará ostensiblemente el espacio peatonal existente actualmente, por lo que pretenden acometer un proyecto abiertamente peor que el que había desarrollado el PSPV».

Pérez ha lamentado que la propuesta que desarrollarán el PP y Vox en Pérez Galdós y Giorgeta se ha diseñado utilizando «datos sesgados», ya que el informe de los técnicos «plantea alternativas como convertir en unidireccionales la calle San Vicente o Gaspar Aguilar que ni tan siquiera se han tenido en cuenta. La decisión de renunciar al proyecto Arrels se toma en base a una simulación de tráfico que ni tan siquiera ha tenido en cuenta que la mayoría de los vehículos se desvían por el bulevar sur».

La concejala socialista ha incidido en que la realidad «desmonta una simulación que no tiene en cuenta el bulevar sur cuando, con la reducción de carriles actual, la mayoría del tráfico se desvió hacia esta ronda. Es decir, han dirigido la simulación que justifica su proyecto obviando variables fundamentales para que la conclusión sea que la vía se atasca. Y la realidad, el día a día en la avenida, desmiente rotundamente esta prevision», ha destacado.