La nueva cara de la Casa del Relojero de Valencia

La Casa del Relojero, ubicada a los pies del Miguelete, ha hecho su particular 'descoberta'. La empresa que realiza los trabajos de rehabilitación de este edificio, que ya figuraba en libros del siglo XVII, ha retirado la lona que impedía ver cómo avanzan las obras y también se ha podido conocer el diseño del edificio adjunto, de nueva creación, que se ha levantado sobre un solar que hace décadas afeaba una de las zonas de la ciudad más visitada por los turistas.

La nueva construcción adjunta al edificio protegido respeta la alineación de la trama antigua de estas calles, pero eso sí, el gobierno municipal ha apostado por un diseño muy moderno, que para nada replica la arquitectura tradicional de la Casa del Relojero ni el entorno próximo, donde destaca el Miguelete, referente principal de Valencia.

La nueva construcción presenta una fachada en tono tierra, pero incluye un mirador y un balcón con material cobrizo que no se mimetiza con los materiales empleados históricamente en los edificios adjuntos.

La fachada de este nuevo edificio se ha descubierto a los valencianos precisamente en la cuenta atrás de las elecciones municipales. El gobierno municipal ha querido mostrar los avances, porque siempre se habían marcado el objetivo de tener la rehabilitación de la Casa del Relojero y la nueva obra terminada antes de terminar la legislatura.

No hay que olvidar que, pesar de los avances, la obra no está entregada y que estos trabajos ya llevan acumuladas cuatro prórrogas. Y es que debería de haber estado terminado el proyecto en mayo de 2022 y, por lo tanto, ya acumula un retraso de un año. La moderna construcción se levanta sobre un solar de 275 metros cuadrados y generará en la planta baja una plaza de uso público.

La vicealcaldesa de Valencia, Sandra Gómez, ha puesto en valor este proyecto y el nuevo edificio «que acabará con el solar y completará el histórico edificio del Relojero que estuvo a punto de derrumbarse».

Gómez asegura que con esta obra «Valencia avanza el futuro de la mano de los socialistas, recuperando el patrimonio de nuestro centro histórico y, por tanto, de nuestra identidad».

Y ha añadido que han transformado la «plaza de la Reina, la del Mercado Central, la Lonja y Los Santos Juanes, además de la plaza de Brujas, que estaba agujereada por un aparcamiento inservible que también está ahora en funcionamiento».

La vicealcaldesa ha afirmado que con esta intervención «colmatamos uno de los espacios con mayor valor patrimonial del centro histórico de Valencia» y ha añadido que se convertirá en un centro sociocultural, una vez habilitado el interior del edificio de nueva planta entre las calles Brodadors, Cobertís dels Brodadors, la Subida del Toledano y el Micalet.

Por su parte, como ya denunció en su momento la concejala popular Julia Climent, al final el nuevo edificio-cubo se levantó sobre la losa de hormigón existente en el antiguo solar, sin eliminarla.

En aquel momento, desde el PP ya criticaron que se hicieran estos trabajos sin realizar catas arqueológicas en profundidad, más allá de las efectuadas en la zona donde instalaron un ascensor. Y los populares denunciaron que era una forma de privar a los valencianos de conocer su historia. Sí salió a la luz un arco del siglo XVIII, que formaba parte de un pasadizo que en su momento unió la Casa del Relojero con la Catedral y se restauró el escudo que preside este edificio Bien de Interés Cultural (BIC).

En cuanto a la Casa del Relojero ya se puede ver la fachada de un tono verde aguamarina original de la fachada.

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