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El Ayuntamiento de Valencia quiere coser los barrios de la zona sur de la ciudad, desde Arrancapins y Raiola, pasando por Malilla, Cruz Cubierta, San Marcelino, Camino Real, San Isidro y Vara de Quart, con un corredor verde. El objetivo es hacer zonas ajardinadas en zig-zag que vayan entrando en los distintos barrios que están junto al margen del río.
El proyecto ya se presentó en febrero de 2021, pero este martes la vicealcaldesa de Valencia y edil de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, ha informado de que una de las tres empresas que se habían presentado para diseñarlo, la firma 'Green Leaf', ha resultado ganadora «aunque no se sabrá hasta dentro de 20 días quién forma parte de esta propuesta porque falta abrir los sobres»
Gómez ha explicado que este corredor verde sur se está diseñando ya con el objetivo de que, «una vez soterradas las vías del Parque Central, que tienen un plazo de cinco años, poder empezar a ejecutarlo desde los barrios más al sur, es decir desde Vara de Quart y San Isidro y luego irá hacia San Marcelino y Camino Real. La idea es que una vez que hayan soterrado las vías, nosotros ya poder actuar porque tendremos del guion preparado». Y ha añadido que las obras se pagarán con los proyectos de Plan de Actuación Integrada (PAI).
El primer objetivo de este corredor verde será «romper la linealidad del bulevar García Lorca, que ya no será un tubo, sino que tendrá un diseño en zig-zag que servirá para crear cuñas verdes que llegarán a zonas como Cruz Cubierta y Malilla», según Gómez.
Además, se van a sustituir, eliminar o cubrir infraestructuras para generar espacios verdes. Un ejemplo es que se crearán espacios peatonales para unir San Marcelino con Camino Real, un espacio que ahora está lleno de solares de tierra, ya que justo por debajo pasa el AVE.
Se crearán en todos estos barrios redes con ciclovías rápidas de cuatro metros de anchura y que «permitirá conectar de forma peatonal y con alternativas de movilidad sostenible toda la zona sur de Valencia y los pueblos con la estación Central. Se recorrerá a 15 minutos en bici o patinete», según Gómez. Y añade que habrá conexiones intermodales con el metro, bus y Cercanías.
Además, se crearán unas 1.200 viviendas, que sumadas a las que se proyectan en el Parque Central llegarán a 4.300 de renta libre y 700 de protección oficial.
Como dato relevante, cabe destacar que en el antiguo planeamiento, las naves de Macosa se incluían dentro de una parcela escolar, y con este proyecto pasarán a ser de uso ciudadano. En concreto, tendrá usos terciarios que podría ser para locales de restauración o algún mercado local.
Otro cambio importante es que las casas de dos alturas que hay en la calle Manuel Arnau, a espaldas de la gasolinera y antigua cervecera existentes junto a la escultura de la Cruz Cubierta, «se conservarán porque las hemos protegido. Antes estaban fuera de ordenación, se abandonaron y están okupadas, pero un buen número de ellas tienen valor patrimonial».
En el barrio de San Isidro el proyecto del corredor verde plantea redistribuir el tráfico hacia las cocheras, llevándolo por la parte trasera para dejar libre el casco histórico «para conectar la zona de la iglesia con San Pau». Precisamente la vicealcaldesa ha confesado que, además, quiere proponer en el desarrollo de este plan que ahora comienza, «que se traslade la cochera de San Isidro a otra zona, o a la otra parte del río». Eso sí no ha que perder de vista que el concejal de Movilidad comenzará en breve un proyecto en esta cochera para aplicar las conexiones eléctricas para los autobuses. Veremos qué tiene que decir el edil al respecto.
Además, Gómez asegura que se «va a eliminar parte del talud del tren a la altura de San Isidro. No se puede quitar todo, porque pasa la línea C3 del tren, pero queremos eliminar parte del talud para conectar las dos partes del barrio».
En la zona, por ejemplo de la calle Pío IX, donde se encuentra el colegio Profesor Ramiro Jover, un campo de fútbol y el club de baloncesto de San Marcelino, la idea es «extender la cubrición de las vías existentes creando un paisaje completamente nuevo. Se creará una gran zona de juegos y deporte». Y se proyecta que el acceso rodado se haga por la calle Santo Domingo Guzmán y al final se hará un aparcamiento.
En el caso de Malilla, la propuesta es que el eje comercial que parte de la calle Primero de Mayo se prolongue hasta Malilla, «aprovechando el flujo proveniente del centro hospitalario de La Fe», según se recoge en el proyecto, para que alberguen usos terciarios y equipamientos administrativos.
Y, en la zona del cementerio, se recuerda que la franja entre la V-30 y el cementerio es un espacio incomunicado. Y se propone convertir el paso de la línea C-3 hacia la estación de San Isidro en un paso elevado y continuar por bajo el parque existente y permitir «el paso del nuevo eje de movilidad sostenible de peatones y carril bici hacia la avenida de Tres Cruces a través del 'Parque de la Vida'», un espacio que se define en el estudio como un parque del recuerdo «un gran dosel verde bajo el que se puedan disponer de placas conmemorativas, espacios de recogimiento y sendas de paseo tranquilo».
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