Nuria Montes, sobre los megacruceros: «Nadie me puede convencer de que 2.500 turistas generan un problema en Valencia»

En primer lugar, la consellera ha rectificado la definición que hasta hora se entendía de megacrucero, al considerar este tipo de embarcaciones son aquellas que dan cabida a 6.000 pasajeros, de los cuales «el 50% son los que bajan a puerto». Es decir, unos 2.500 o 3.000 visitantes por barco. No obstante, la responsable de Turismo estima que la cifra máxima de turistas que debe asumir la ciudad cada vez que amarra uno de estos enormes barcos es de 6.000, ya que «en el mayor de los casos» el Puerto de Valencia puede acoger a tan solo dos megacruceros de forma simultánea.

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Más allá de los datos, la consellera también ha incidido en la importancia para la economía de la Comunitat que generan los cruceristas que llegan a la costa valenciana por segunda ocasión. «Se olvidan de que muchos de los cruceristas del Puerto de Valencia son repetidores. La primera vez que hicieron escala se quedaron en la ciudad, pero la segunda vez se han ido a Requena o a zonas del interior con excursiones», ha asegurado Montes, antes de cuestionarse el desajuste económico que supondría la prohibición de este modelo turístico «para los que impulsan el turismo de interior y determinadas estructuras económicas».

De hecho, la exsecretaria general de Hosbec, ha considerado que el debate sobre los cruceros «debe ser muchísimo más serio, muchísimo más sosegado y sobre todo teniendo los datos en la mano». En ese sentido, Montes ha considerado que el mayor problema que puede suponer la llegada de un megacrucero a una ciudad como Valencia se limita a la acumulación puntual de turistas «en determinados puntos y en determinadas horas del día», por lo que se ha mostrado firme en su defensa a este tipo de embarcaciones: «A mí nadie me puede convencer de que 2.500 cruceristas pueden crear un problema en la ciudad de Valencia».

El otro debate turístico en el que ha querido ahondar Nuria Montes ha sido el de la tasa turística. Aunque en ese sentido, la portavoz del Consell ha considerado que se trata de un tema que está cerrado, porque ya se solucionó en las elecciones de 2023: «Los partidos que iban con un amplio rechazo hacia esta figura impositiva ganaron las elecciones. La sociedad valenciana ya ha decidido». De tal modo, la consellera de Turismo ha prometido que «no habrá un impuesto a la felicidad» en la Comunitat durante esta legislatura. «Volver a abrir debates estériles sobre esta figura no tiene nign sentido. Este año vamos a recaudar 4.000 millones de euros de actividad turística», ha detallado la representante del gobierno valenciano.

Del mismo modo, Nuria Montes ha elogiado la gestión turística llevada a cabo por el Consell y ha negado el temor a «morir de éxito» tras las últimas cifras de llegada de turistas a la Comunitat: «No podemos morir de éxito porque gestionamos bien». La consellera también ha repasado algunas de las propuestas del Consell en relación con el turismo, como la puesta en marcha del Decreto Ley para las viviendas de uso turístico, que pretende acabar con «toda actividad que se haga de manera opaca o con una economía sumergida»; la remodelación del Bono Viaje, con el que se ha aumentado el número de pernoctaciones respecto a las cifras del gobierno del Botánico; o la apuesta por el cliente sénior con el 'Plan Viajar+65', con el que la conselleria de Turismo pretende hacer frente al plan nacional del Imserso al mismo tiempo que aboga por mantener el capital humano valenciano y favorecer a la desestacionalización.