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Martes, 13 de marzo 2018, 16:34
El rastro de Valencia, situado los fines de semana detrás de Mestalla, es el lugar perfecto para nostálgicos, buscadores de tesoros y amantes de lo antiguo. Y también, sin duda, para los valientes: un rincón donde perderse cada domingo entre los objetos más variopintos, hasta dar con auténticas reliquias (o al menos, intentarlo). Eso sí, por el camino darás con artículos tan curiosos como estas muñecas falleras -que cualquier turista desearía como original souvenir-, o estos otros:
TAMARA VILLENAUn montón de cuadernos de LAS PROVINCIAS que relatan la historia viva de Valencia. La crónica de la ciudad contada por la prensa reposa entre batidoras, Barbies y colonias, esperando a alguien que encuentre su valor entre juguetes rotos.
TAMARA VILLENANi en el rastro puede faltar el toque fallero (y mucho menos en estas fechas). Ya no hay excusa para salir estas fiestas sin la tradicional peineta: aquí puedes hacerte con un pack completo y en perfecto estado, para llevar el peinado fallero por excelencia a un módico precio.
TAMARA VILLENAEntre la gran cantidad de cuadros barrocos y pintorescos con los que podemos hacernos en el rastro, encontramos hasta una versión -bastante acertada para ojos no expertos- de La Mona Lisa de Da Vinci. Aunque si el arte clásico y las imitaciones no acaban de encajar en tu ideal de interiorismo, también hay una amplia variedad de retratos antiguos y bodegones con marcos dorados, para decorar el salón y despertar la envidia de tus visitas.
TAMARA VILLENALa extravagancia se alinea con lo antiguo en este histórico mercadillo donde relojes con más de un siglo (al menos en apariencia) comparten manta con el set de desayuno de Hannah Montana. Toda una reliquia que más de un millennial querría en su estantería.
TAMARA VILLENADicen que Jesucristo está siempre presente y aquí, desde luego, no iba a ser menos. Entre mesas antiguas y arcaicas máquinas de coser reposa un ejemplar de las sagradas escrituras, objeto de culto tanto para cristianos como para los amantes de la decoración más ecléctica.
TAMARA VILLENAUna verdadera joya para los apasionados de la fotografía: un antiguo modelo de cámara Canon Reflex Zoom 8, con su funda original de piel. Se trata del primer modelo con zoom desarollado por la marca, en la década de 1950, ejemplo de una de esas maravillas con las que solo te puedes hacer en este lugar. Que funcione ya es otra cosa.
TAMARA VILLENAY siguiendo con la fotografía, también hay tesoros para los menos coleccionistas -o coleccionistas más contemporáneos, según se mire-. Porque entre Kodaks antiguas también encontramos modelos de carrete y las primeras digitales para aficionados, que aunque no quedan tan lejanas también tienen su encanto anacrónico.
TAMARA VILLENADe la fotografía al cine. En el rastro hay tesoros para todos los gustos, como este antiguo proyector que comparte protagonismo con discmans, bandejas de plata y una vieja máquina registradora.
TAMARA VILLENANo serviría para el proyector, pero la colección completa de 'Aquí no hay quien viva' podría pasar a formar parte de las posesiones audiovisuales más preciadas de algún visionario comprador.
TAMARA VILLENAÚltimamente, el rey por excelencia de los objetos antiguos de coleccionista. Los tocadiscos han vuelto con fuerza y no pueden faltar en el salón de todo moderno que se precie. Y ya se sabe: cuanto más antiguo parezca, mejor. Por eso, el mejor sitio para hacerse con uno de estos populares artículos (si no te importa arriesgarte a utilizarlo solo como mera decoración) es, una vez más, el rastro.
TAMARA VILLENACon las máquinas de escribir sucede algo parecido a los tocadiscos, se han vuelto una pieza en alza en el moderneo interiorista. Tampoco importa que no funcionen, quedan perfectas sobre cualquier sitio para dar un toque 'vintage'/'posturero' a la estancia que prefieras.
TAMARA VILLENAAtención, amantes de lo noventero y de las épocas más turbias y horteras de los 2000: este es vuestro sitio. Cualquiera que fuese adolescente en la época (si te implicaste en la historia de Quimi y Valle, si viste a Enrique Iglesias en 'Al Salir de clase', creciste 'Con mucha marcha' y Leticia Sabater y sufrías los desamores de Álex Ubago) recordará también el inicio de la telefonía móvil, cuando los teléfonos con teclas dominaban el mercado y te hacían el más 'cool' del instituto. Ahora, los Nokia, Siemens, Motorola y las codiciadas Blackberries -reinas indiscutibles y pioneras de la mensajería instantánea- son casi objeto de coleccionista y están esperando nuevo dueño en las mantas del rastro.
TAMARA VILLENASin salir del rollo noventero, por fin puedes completar tu colección de muñecos de acción a un precio mucho más competente que el de los catálogos de juguetes. Los Action Man -militar, superhéroe o villano- esperan entre libros y teclados a volver a dominar estanterías.
TAMARA VILLENAAdemás, entre linternas, carteras y cintas de celo, también puedes hacerte con alguna Barbie. A piezas, completa o incluso con dos cabezas, las muñecas más codiciadas de la época esperan su nueva vida en el rastro. Ropa y accesorios no incluidos, para que puedan ser lo que tú quieras.
TAMARA VILLENANo está el último número de Interviú (de momento) pero hay otros ejemplares de lo más curiosos. Junto a Woody y un mortero de ajo aceite (un combo fascinante donde los haya) encontramos las confidencias de Sophia Loren o entregas de la desaparecida revista de viñetas El Víbora.
TAMARA VILLENATres monjes, emperadores chinos o figuras de representacion desconocida (a gusto del consumidor) guardan una antigua radio que bien podría salir en los primeros episodios de Cuéntame, o incluso en Mad Men. Quizá no sirva para escuchar los temazos del momento, pero quedaría preciosa en cualquier estante.
TAMARA VILLENAGran parte del encanto del rastro -que no todos saben apreciar- reside en la procedencia desconocida de sus objetos. Para unos tétricas, para otros fascinantes y en ocasiones una mezcla de las dos, las fotografías antiguas son, sin duda, de los artículos más especiales que se pueden encontrar aquí.
TAMARA VILLENAUn álbum de boda o cajas repletas de instantáneas que hacen pensar quiénes eran sus protagonistas y, sobre todo, cómo han acabado ahí.
TAMARA VILLENAEs probablemente el lugar con más peculiaridades por metro cuadrado, como esta colorida colección de cerillas y papel de fumar de 1929.
TAMARA VILLENAO estas placas de cerámica, de origen tan antiguo como desconocido, que servían para identificar lugares como una bodega. Una más de las curiosas posesiones con las que solo te puedes hacer en este mercadillo.
TAMARA VILLENAPero aparte de chollos de coleccionista para levantar pasiones, también hay artículos bastante siniestros que podrían formar parte del atrezzo de la mismísima 'What Ever Happened to Baby Jane?'. Como este inquietante muñeco en una especie de ataúd acolchado, que encajaría a la perfección en algún rincón de la habitación de Bette Davis.
TAMARA VILLENAY para colecciones, gustos. Por ello, también hay juegos de llaves antiguas cuya cerradura seguramente ya no abra ninguna puerta, pero que son la adquisición perfecta para ser el más original de tus amigos.
TAMARA VILLENAPublicidad
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