Una obra de Carmen Calvo para la lucha vecinal

El próximo sábado día 30 a las 12 horas y en el mercado de Mossèn Sorell será la presentación oficial del bono-ayuda ideado por la asociación vecinal Amics del Carme para sufragar iniciativas destinadas a mejorar el barrio, como es el caso de reclamaciones al Ayuntamiento e incluso litigios. Y contará con la ayuda inestimable de la artista Carmen Calvo y su obra.

El bono-ayuda será una serie de 250 postales numeradas y firmadas por la propia artista que se pondrán a la venta a partir de este día.

«Queremos que sea un acto de afirmación por un barrio para vivir y disfrutar la ciudad», indicaron fuentes de la entidad sobre la venta de las fotografías, donde se baraja un precio de 50 euros.

La postal es la reproducción de una obra de Carmen Calvo en el barrio, en concreto en la calle En Borràs. Se trata de una lona gigante en una pared medianera, una fotografía de seis metros de alto y cuatro de ancho que reproduce la imagen de un armario con objetos y palabras inesperados en su interior, una imagen que «dispara la imaginación del transeúnte y le obliga a mirar el lugar de otra manera».

Calvo es Premio Nacional de Artes Plásticas y numerosos museos han acogido exposiciones de sus obras. Es el caso del IVAM o el Museo Reina Sofía, además de representar a España en la Bienal de Venecia de 1997.

La pared medianera recae a un solar próximo a la torre del Ángel, vestigio de la antigua muralla musulmana. La obra lleva por título Inter(valo) y está colgada desde 2014, correspondiendo la fotografía a Josep Montesinos y Juan García. «Quiere ser un reclamo sobre el abandono que sufre una parte tan mítica de la ciudad. Una enorme fotografía de un armario-instalación que evoca, entre lo poético y lo reivindicativo, la memoria del lugar y el rastro misterioso de las cosas», añade la presentación.

Hoy esta imagen es también el «soporte de un bono-ayuda para financiar una campaña en defensa del carácter residencial del barrio del Carmen».

Esto último es lo que más preocupa a la entidad vecinal, dadas las nulas promociones públicas de viviendas los últimos años. «Las únicas inversiones que se han hecho han sido para abrir apartamentos y hoteles», afirman.

La pérdida de población es un hecho, lo mismo que el cierre de comercios, sobre todo en el entorno de la muralla musulmana. En esta parte del barrio hay una serie de solares pendientes de edificar que se han visto paralizados desde hace años por los cambios urbanísticos.