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P. MORENO
Viernes, 10 de julio 2020
A partir de este lunes y durante tres semanas, los conductores que quieran ir desde Valencia hacia Tavernes Blanques por la antigua carretera de Barcelona tendrán que dar un amplio rodeo. La concejalía del Ciclo Integral del Agua acometerá la renovación de un tramo del colector, con permiso de obras hasta finales de agosto.
La solución ideada por el Ayuntamiento es dirigir el tráfico por la ronda norte y Alboraya, para volver a Tavernes Blanques. La situación complicará aún más los atascos en la parte norte de Valencia, cuando las segundas residencias incrementan la intensidad tanto en esta zona como en la V-21, también en plenas obras.
Los conductores que lleguen desde Tavernes Blanques, precisaron fuentes del Centro de Gestión de Tráfico del Consistorio, sí podrán seguir por la calzada habitual. La antigua carretera de Barcelona soportó el pasado junio una intensidad media de 19.000 vehículos, lo que constata que se trata de una vía de importancia como alternativa a los grandes accesos de la ciudad para los conductores.
El más próximo que tienen es la avenida Cataluña y la V-21, en obras también. El Ministerio de Transportes trabaja desde hace tiempo en la ampliación de la calzada, un proyecto polémico por la oposición del Ayuntamiento debido a la ocupación de terrenos de huerta.
La intervención se ha demorado debido a incidentes como la ocupación de una alquería ya desaparecida, que requirió incluso la intervención de la Guardia Civil. Finalmente, las obras se están realizando con apenas variaciones respecto al proyecto original y el conseller de Transportes, Arcadi España, señaló recientemente que el nuevo carril será reservado para bus y VAO (vehículos de alta ocupación), a partir de dos o tres ocupantes. El alcalde Ribó fue uno de los que más empeño puso en que la ampliación se hiciera sólo en sentido de entrada a Valencia, eliminado el otro carril previsto en el diseño.
El guiño de la Generalitat hacia un transporte menos contaminante al reducir vehículos privados parece haber calmado un poco las aguas. En todo caso, las obras seguirán a lo largo del verano, lo que obliga a reducir la velocidad máxima en el tramo afectado.
El Ayuntamiento hizo ayer públicas las cifras de tráfico del pasado junio, con resultado todavía algo menores respecto a 2019, pero que se acercan y anuncian un verano complicado en cuanto a la gestión de atascos en los accesos y calles principales de la ciudad.
Línea 10 del metro
A finales de junio se cortó al tráfico la calle Alicante, junto a la estación del Norte, debido a las obras del futuro suburbano. La previsión es que se reabra a la circulación en unos días.
Pérez Galdós
Hasta finales de agosto seguirá la ocupación de dos carriles en la avenida en dirección a Campanar, en la rotonda con Tres Forques.
Puente en Malilla
Hace unos días se cortó al tráfico el paso que comunica el bulevar sur con la V-30, la prolongación del camino de Malilla. La ampliación del tablero obligará a interrumpir la circulación nuevamente, en esa ocasión durante más de un año.
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