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P. MORENO
Jueves, 19 de agosto 2021, 00:05
valencia. A partir del próximo día 23, las obras públicas paran en Valencia con motivo de las fiestas falleras y no se reanudan hasta el 6 de septiembre. Dos semanas de obligada pausa en todos los tajos abiertos, con la obligación de tapar las zanjas para evitar accidentes en unas fechas que se presume habrá más viandantes para admirar los monumentos falleros. Pese a esa circunstancia, en la plaza de la Reina no se frenará la actividad.
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Así lo confirmaron ayer fuentes cercanas a la concejalía de Movilidad, al considerar que no se paralizarán puesto que se encuentra acotada dentro de un perímetro vallado. Lo que sí se hará es minimizar al máximo la afección que tiene la obra sobre la calle de la Paz, indicaron.
El bando fallero establece que sólo pueden seguir en marcha las obras que supongan casos urgentes justificados. Es más, el servicio de Coordinación de Obras en la Vía Pública suspenderá la actividad de las empresas que no hagan caso a este requerimiento y vallará la zona afectada.
El caso de la plaza de la Reina es singular, dado que en el perímetro de las obras se levante una valla de gran altura, en realidad dos al tener en cuenta los laterales. Esto se considera suficiente para proteger a los viandantes en una zona habitualmente muy fallera y de gran afluencia.
Como publicó LAS PROVINCIAS, la previsión es trasladar un total de siete monumentos falleros debido a las obras en el centro. Fuentes cercanas a la concejalía de Desarrollo Urbano no precisaron si en la plaza Ciudad de Brujas pasará lo mismo que en la plaza de la Reina.
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A diferencia de este segundo caso, en el entorno del Mercado Central y la Lonja no hay vallas que separen por completo los tajos abiertos con los pasos para los peatones. La continuidad de los trabajos junto a la catedral evitará un retraso sobre la ejecución de un proyecto comprometido por el mal estado del aparcamiento, que tambíen está siendo remodelado.
El Ayuntamiento ha aprobado por este motivo un sobrecoste de 1,6 millones de euros y la empresa advierte desde mayo que la demora es segura. La previsión es que durasen 12 meses, aunque este plazo se da por sentado que será superado, al tener que ampliarse también la excavación arqueológica. Las dos obras suponen las principales intervenciones en la ciudad este mandato y permitirán la peatonalización de amplios espacios. Mientras que en la plaza de Brujas los restos en el subuelo apenas han supuesto retraso, en la plaza de la Reina se ha abierto el debate sobre qué conservar una vez terminen las obras de reurbanización. El Servicio de Arqueología Municipal ya descartó en 2017 la apertura de una cripta arqueológica, al considerar que es suficiente con la cercana de la Almoina y la abierta en el Museo Diocesano como oferta cultural.
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