ÁLEX SERRANO
Viernes, 22 de julio 2022
La Valencia del futuro se piensa hoy. O se imagina. O se proyecta. En cualquier caso, no se ejecuta. El equipo de gobierno del Ayuntamiento ... sí ha cogido velocidad de crucero en lo que a figuraciones se refiere. Los 'renders' muestran la Valencia que vendrá... si tras las elecciones de 2023 Compromís y PSPV siguen en el despacho del primer piso de la plaza del Ayuntamiento. Desde dentro del Consistorio son pesimistas respecto a que el PP, de ganar, mantuviera los mismos proyectos. «Tendrían que explicar políticamente por qué no lo hacen», indican fuentes del equipo de Gobierno.
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En realidad, todos tienen que explicar cosas. Como por ejemplo, por qué en este tiempo de vistosas figuraciones, el Ayuntamiento únicamente ha acometido dos obras de calado. Importantes, sí. Caras, también. Pero únicamente dos: la reordenación del entorno de la Lonja, obligado, entre otras cosas, por el dictamen de la Unesco de 2016 que advertía de que la joya del gótico valenciano podía perder su calificación de Patrimonio de la Humanidad si no se alejaba el tráfico de la fachada que levantó Pere Compte; y la nueva plaza de la Reina, que aún no tiene fecha de finalización, aunque en teoría debería ser a mediados de la semana que viene.
No es que el Ayuntamiento, ni las delegaciones de Movilidad y Urbanismo, en concreto, hayan estado paradas. Qué va. En los barrios hay decenas de parques o plazas reurbanizadas, como la de San Marcelino, por ejemplo. Y también en el centro de la ciudad. «Hay que compaginar las grandes plazas con lo que se hace por los barrios», han comentado fuentes de la concejalía de Urbanismo, que indica que no pueden «priorizar las grandes avenidas» y olvidarse del resto, y ponen como ejemplo la inauguración, esta misma semana, de la calle Beethoven. «Detrás del 1 va el 2», han explicado gráficamente las mismas fuentes.
Antes de que hace más o menos un año, tras la pandemia, el PSPV diera un evidente volantazo hacia la periferia de Valencia al defender la ciudad de barrios, el pacto del Rialto hablaba, sobre todo, de una Valencia de plazas, lo que se concretaba, en realidad, en la Valencia de plazas en el centro. Como la del Ayuntamiento.
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La que fue la piedra angular de la nueva estrategia se ha convertido, en realidad, en otra de esas 'valencias' que no han llegado. Llegarán, seguro, pero la fecha no está del todo clara. Cinco proyectos han llegado a la final. Todos ellos tienen algo en común: en la nueva plaza del Ayuntamiento habrá mucho verde. Y mucha sombra. Aunque a Movilidad, sobre todo, le cuesta dar marcha atrás, lo cierto es que las críticas furibundas que ya se empiezan a escuchar entre los vecinos y comerciantes de la plaza de la Reina por la obra realizada en este céntrico enclave parecen haber hecho mella en el Consistorio, que obra que plantea tras aquella, obra que es casi un bosque en medio de la ciudad.
El recorrido por la Valencia proyectada, imaginada, planteada, pero no ejecutada, dibuja un viaje por la ciudad. Podría empezar en la plaza del Ayuntamiento, con esas láminas de agua sobre donde se disparará la mascletà, y continuar por el bosque urbano de San Agustín (bajo cuya plaza, por cierto, hay un aparcamiento, exactamente igual que en Ciudad de Brujas y Reina, donde se consideró imposible poner más árboles por la losa de cemento del estacionamiento) y por Guillem de Castro. En esta calle Urbanismo quiere hacer un bulevar verde, como en las grandes vías, pero los comerciantes no las tienen todas consigo. La idea surge a partir de una propuesta de los presupuestos participativos que planteaba el recorrido desde el IVAM hasta el MUVIM y que la concejalía de Urbanismo ha ampliado hasta el paseo de Ruzafa.
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Las avenidas de Pérez Galdós y del Puerto también han visto cómo se les pasaban los filtros de Instagram para adaptarlas al siglo XXI. En el caso de la primera, el túnel se utilizará como depósito de tormenta y, adivinen, habrá mucho más verde, mientras que la segunda se plantea como una especie de paseo al mar, lo que reducirá la cantidad de carriles para el tráfico rodado.
Terminará esa avenida en la Marina y el entorno del PAI del Grao, que se convertirán, según han anunciado esta semana tanto el Consorcio Valencia 2007 como la misma concejalía que dirige Sandra Gómez, en dos enormes zonas verdes. Los alrededores del Tinglado 2 se convertirán en un paseo ajardinado de más de 23.000 metros cuadrados mientras que la cicatriz de la Fórmula 1 se cubrirá de árboles, desechado ya el plan del PAI del Grao que planteaba una edificabilidad convertida ahora, de nuevo, en un parque.
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Las figuraciones incluyen también el PAI de Benimaclet o el anillo verde de la huerta, junto a nuevas zonas de agua cerca de la Devesa, a un paseo ajardinado (sorpresa) entre Benimàmet y Beniferri y Campanar o a una nueva ruta peatonal junto al mar para las pedanías del sur. Por no hablar ya del sueño sin terminar del Nou Mestalla, que no es cosa del Ayuntamiento pero que se une a esa Valencia imaginada cuya ejecución pende del recuento de votos de las elecciones municipales de mayo de 2023.
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