![«A mi padre no le habría gustado la demolición de los edificios»](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202012/16/media/cortadas/156226719--1248x1134.jpg)
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F. RICÓS
VALENCIA.
Miércoles, 16 de diciembre 2020, 00:15
«A mi padre no le hubiera gustado nada que derrumbaran una parte de la Escuela de Agrónomos porque la concibió como una unidad». Con esta frase Fernando Moreno-Barberá von Hartenstein, el hijo del arquitecto Fernando Moreno Barberá, constata el disgusto que le ha causado la actuación del Consell en una de las obras más representativas de la denominada arquitectura moderna en España, un movimiento que abarca desde los años 20 del pasado siglo hasta la década de los 60.
Moreno-Barberá von Hartenstein asegura que no entiende muy bien qué se ha hecho en la Escuela Universitaria de Ingenieros Técnicos Agrícolas, que es como se denominó tras cambiarle hace décadas el nombre al colegio universitario de Agrónomos. «La integridad de la obra debe conservarse, no quitarle trozos como se ha hecho -afirma-, aunque supongo que está protegido o debería de estar protegido».
El hijo del arquitecto que diseñó la antigua Facultad de Derecho de Valencia, la que fue la Facultad de Filosofía y Letras, la Escuela de Agrónomos o la Universidad Laboral de Cheste, decidió hace unos años donar el archivo profesional de su padre al Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia para que se centralizara ahí su obra y se pudiera estudiar.
«Tenía pocos trabajos en colaboración con otros arquitectos y este era una de ellos. Lo realizó junto a Cayetano Borso di Carminati», asegura.
Fernando Moreno-Barberá von Hartenstein incide en que hace tiempo que no visita estos edificios pero le consta que se encuentran abandonados. En el caso de la Escuela Universitaria de Ingenieros Técnicos Agrícolas, se trata de un inmueble que fue dejado de usar para su fin hace justo 10 años y que durante este tiempo ha estado abandonado. En 2017 lo adquirió la Conselleria de Sanidad para poder ampliar el Hospital Clínico. «Hace tiempo que no voy por allí, pero el edificio no parece demasiado cuidado», asegura. «Es una obra de los años 60. Y si han pasado 60 años y no lo han mantenido, se ha deteriorado», se lamenta.
La vieja Facultad de Derecho del antiguo paseo Valencia al mar, hoy avenida Blasco Ibáñez, la de Filosofía y Letras, la Escuela universitaria de Ingenieros Agrónomos y la Universidad Popular de Cheste constituyen unas de las obras más representativas de la carrera profesional que ejerció el arquitecto Fernando Moreno Barberá, y modelo del movimiento arquitectónico denominado Moderno, que se prolongo de los años 20 a la década de los 60 del pasado siglo.
El hijo del arquitecto reclama a la Fundación de Documentación y Conservación de Arquitectura y Urbanismo del Movimiento Moderno, conocida como Docomomo Ibérico, que alce la voz por la demolición parcial de la antigua escuela de Agrónomos.
Docomomo Ibérico constata en la definición de este edificio que la zona destinada a las aulas de enseñanza teórica y la parte de talleres y almacenes, la de práctica, no estaban concebidas como dos actuaciones distintas, sino como una unidad. «En este caso, dado el carácter teórico-práctico de la Escuela Universitaria, Moreno Barberá decidió doblar la anchura de esta pieza, con una franja dedicada a aulas y otra a talleres», dice la citada fundación. El inmueble se organiza en cuatro cuerpos entorno a un patio central. Cada cuerpo que alberga servicios y equipamientos como la recepción, biblioteca, cafetería y almacenes. Y las cinco plantas, las aulas.
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