Ver fotos
Ver fotos
Doscientos cincuenta millones de euros de inversión pública y unas vistas desalodoras, con un paisaje donde impera la ruina y el abandono. Ese podría ser ... el resumen de lo que ven los usuarios de la Línea 10 de Metrovalencia, estrenada este martes por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, cuando llegan al camino de las Moreras y dirigen la vista hacia La Punta. Desde la autovía de El Saler hasta prácticamente Nazaret, parece una zona de guerra.
Publicidad
«Estamos abandonados», concluye el presidente de la asociación de vecinos de La Punta, Vicente Romeu, tras charlar con LAS PROVINCIAS acerca de la situación de toda la pedanía y en concreto la frontera con el itinerario del tranvía. Naves pendientes de derribo, campos de cultivo convertidos en una exposición de matorrales, infraestructuras de otro tiempo en desuso, etc.
Cualquier parecido con lo que debe ser es pura coincidencia. El Plan de Protección de la Huerta denomina estos terrenos como «sectores de recuperación de huerta», indican desde la concejalía de Desarrollo Urbano, en referencia a la fórmula ideada por la Generalitat para rescatar áreas degradadas que deben dedicarse a la agricultura.
Noticia Relacionada
Esto supone que un tercio del sector es edificable, incluso con un uso residencial, mientras que los otros dos tercios deben ser restaurados como campos de cultivo. Al otro lado de la calle Jesús Morante y Borrás, arteria principal de La Punta, una empresa ya presentó un proyecto al Consistorio para edificar una residencia de mayores con esta proporción en favor de la huerta.
Publicidad
Otro asunto es que se haga lo mismo en la parte que recae al camino de las Moreras. Las mismas fuentes señalan que no hay nada en tramitación, al margen de alguna petición de información. «Llegó alguien que dijo representar a un fondo de inversión y le dijimos lo mismo, que el Plan de la Huerta regula toda esa parte de Valencia», subrayó.
El mismo abandono prosigue al otro lado de las vías del corredor mediterráneo, hacia Nazaret. «Esta zona es un poco lío porque mucha gente no distingue lo que es Nazaret de La Punta», señaló José Antonio Barba, presidente de la asociación de vecinos Nazaret Unido, como ejemplo del borde inacabado del casco urbano.
Publicidad
De la misma manera que enfrente del Oceanogràfic, el mismo paisaje de abandono se reproduce al otro lado del flamante barrio de las Moreras, donde unas endebles vallas metálicas son la única separación entre la línea de tranvía y los solares que, en teoría, deben servir para recuperar huerta en Valencia. Barba coincide con Romeu en el «aspecto de abandono» que tiene toda la zona, con unos silos al fondo, casi llegando a la iglesia de La Punta.
«No es la mejor imagen que puede ofrecer Nazaret, desde luego», apunta sobre un barrio al que el estreno de la Línea 10 de Metrovalencia ha puesto bajo el foco a plena luz. El siguiente paso, apunta Barba, es la construcción de la Ciudad Deportiva del Levante, así como la ampliación de la red de tranvía hacia el resto del Marítimo.
Publicidad
En todo el trayecto del paisaje desolador, la única propiedad pública de importancia son los solares de la Generalitat donde debían construirse los fallidos rascacielos de Calatrava. La parcela almacena las alas del Ágora, que a día de hoy no se pondrán, además de una buena colección de matorrales. El futuro de este espacio es una incógnita, mientras que el retraso del soterramiento de las vías del tren, la prolongación del túnel de Serrería, no debe impedir la recuperación de la huerta con el plan citado, indicaron fuentes conocedoras del proceso.
Romeu cuenta y no para de las necesidades de La Punta. «Tenemos una autovía inútil de apenas unos kilómetros, pero que nos parte en dos. El Ayuntamiento encargó tres talleres participativos que yo creo no han servido para nada, todo en lo que llamaban antes el triángulo de oro», señaló.
Publicidad
Con esto hablaba de la primera opción del Ayuntamiento, luego descartada con el cambio de gobierno municipal, para que el espacio entre el camino de las Moreras, la autovía de El Saler y el barrio de Nazaret fuera una zona residencial, aprovechando el tirón de «lo que hay justo enfrente, la Ciudad de las Ciencias».
Finalmente esto no se hizo, por lo que no se redujeron notablemente las operaciones inmobiliarias y las noticias sobre grandes proyectos. «Las fábricas están cerradas, pero que me expliquen cómo quieren recuperar solares donde hay un metro de profundidad de escombros y otros materiales», subrayó el dirigente vecinal.
Noticia Patrocinada
El motivo real de que toda la zona esté así, finaliza, tiene que ver mucho con la falta de «relevo generacional en el campo, cuesta mucho encontrar gente que se quiera dedicar a esto de verdad».
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.