El Palacio de Congresos de Valencia quitará las láminas de agua por las humedades

El consejo del Palacio de Congresos de Valencia tratará en su reunión de mañana la eliminación de los estanques que rodean el edificio construido en 1998 y su sustitución por jardines. El informe al que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS detalla una serie de deficiencias debido a la humedad, que pone en riesgo incluso hasta la estructura de hormigón del inmueble diseñado por el arquitecto Normal Foster. Las medidas fueron aprobadas ayer por la concejala de Turismo, Sandra Gómez.

Desde que se inauguró el edificio en 1998, se han detectado fugas de agua en todos los estanques, señala el expediente. Las humedades han surgido en los laterales, por los canales de recogida de agua de pluviales, por los tubos que conducen el agua desde la sala de máquinas hasta los estanques, así como por los tubos que unen el paso entre estanques del mismo circuito.

No obstante, el concejal del grupo popular Alfonso Novo advirtió de que esta formación pedirá que «la eliminación de los estanques esté perfectamente justificada, porque el Palacio de Congresos lo diseñó Norman Foster con la presencia del agua en su fachada principal y lateral. Por tanto, cualquier cambio implicaría una adulteración del proyecto original que ha sido la imagen del palacio durante 20 años».

El edil comentó que tendrá que «existir una causa técnica contundente y clara de que no se pueden solucionar los problemas de filtraciones, de lo contrario no apoyemos este cambio». La concejala de Turismo destacó que la medida enfocada a «salvaguardar la estructura del edificio, evitar riesgos para la salud y ahorrar unos gastos estimados en más de 18.000 euros anuales».

Desde que se detectaron los problemas, tanto la dirección facultativa como la U.T.E. (Dragados-NECSO) que construyó el inmueble han intentado varias soluciones, pero ninguna lo consiguió. Los estanques bordean la fachada del edificio, por lo que «se evidencia un exceso de humedad en el suelo del área de exposición, donde se hallan las comunas que sustentan la pesada cubierta». El exceso de humedad en los pilares puede afectar a la capacidad portante de los mismos, implicando un riesgo a largo plazo para la integridad del edificio. Por ese motivo, en 2006 se realizó un análisis para medir la humedad en la zona, siendo el resultado la saturación del 100% de humedad en la base de las columnas afectadas.

Este año se ha hecho un nuevo análisis para comprobar si las medidas adoptadas resultaron acertadas y han sido suficientes. Los resultados indican que han tenido un éxito parcial, pues ha disminuido la humedad en casi todas las columnas a diez centímetros del suelo. Los valores que aún son muy elevados corresponden a las columnas colindantes con el estanque principal. Esto se debe a que hay un largo foso a desnivel donde se ubican cuatro bombas sumergidas para los surtidores de agua. Este foso no se puede impermeabilizar bien, por lo que la filtración de agua es mayor, se añade.

De este análisis se obtienen «datos preocupantes», pues la humedad a dos metros ha aumentado respecto a la misma medición de 2006, lo que significa que, con el paso de los años, la humedad ha ido ascendiendo por las columnas por capilaridad. Lo cual puede afectar a las columnas a largo plazo.

Los técnicos aseguran que de estos datos se desprende que existe un riesgo para la integridad del hormigón armado de las columnas del edificio, que puede afectar a la capacidad portante de las columnas a medio y largo plazo.

La eliminación de los estanques mejoraría la salvaguarda de la estructura misma del edificio. También evitaría riesgos para la salud, eliminando la posibilidad de generar 'legionella', hecho que ya se produjo en 2013, aunque «la reacción fue inmediata y efectiva, por los controles periódicos que realizamos». Otra de las mejoras sería la aumentar la seguridad de las personas, evitando las caídas, tanto para los posibles damnificados como para las reclamaciones legales a las que el Palacio tuviera que hacer frente.