Las palomas ponen en jaque al Mercado de Castilla

El último de estos desplomes, especialmente aparatoso, se ha producido en la mañana de este viernes 22 de julio, con la caída de cuatro fragmentos del falso techo. Afortunadamente, no ha causado víctimas. Pero sí ha vuelto a esparcir los restos de excrementos y suciedad por el suelo en una amplia área para desagrado e indignación de clientes y comerciantes. Temen que si el fenómeno sigue se produzca alguna desgracia, además de denunciar el problema de salubridad y mala imagen de cara al público que visita las instalaciones para realizar sus compras.

¿Qué sucede allí arriba que hace que el techo no aguante? Fermín Briones, un vendedor lo resume así: «Que las palomas se cuelan por donde les da la gana, se mueven entre las cubiertas, se acumulan sus excrementos, revolotean y las planchas acaban viniéndose abajo. Hará dos meses una cayó encima de una señora». Y ayer, cuatro más.

Pero no es el único problema. Lamentan los comerciantes la «intolerable» insalubridad que genera la invasión de aves en un lugar de venta de alimentos. «Y más cuando, muchas veces, las palomas se cuelan entre los orificios y acaban haciendo vuelos rasantes» por la zona de puestos mientras la gente compra o se encuentra en la cafetería. Y todo se remata con problemas de filtraciones: «Cuando llueve los canales de desagüe no funcionan bien y se nos cuela el agua dentro, con riesgo de resbalones», lamenta Briones.

En el caso de los desprendimientos, la solución del ayuntamiento ha pasado por recolocar placas con una fina trama de cuerda que afiance la estructura, detallan los afectados consultados por este diario.

Pero los comerciantes entienden que eso es insuficiente. O más bien, «una chapuza», como describe la vendedora Amparo Ordóñez. «Las palomas campan a sus anchas por aquí, se han acostumbrado, no tienen miedo y pasan junto a la gente y entre los puestos a diario». Para ella «el problema requiere una solución sanitaria urgente», apremia. «Y profunda, no sólo de apaños provisionales». La continuidad de los desplomes de planchas le da la razón.

Jaime Ferrer es el presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado de Castilla. «Somos una treintena de vendedores y estamos todos indignados por lo que está sucediendo. Es verdad que se ha limpiado alguna vez el techo, pero las palomas vuelven. Además hay nidos, insectos, roedores... ¡Tenemos un zoológico en los tejados, sobre el mercado!», estalla.

José Santarrufina vende fruta y verdura. «Aquí nos sentimos olvidados. Y lo único que está haciendo el ayuntamiento con el problema es poner parches. Con las palomas, caen planchas. Si llueve o hace viento, también. Hay problemas de goteras y filtraciones. Hay que poner solución o un día habrá una desgracia».

En suma, los comerciantes urgen una reforma profunda e integral de la cubierta, que se tapen correctamente los orificios por los que se cuelan y anidan las aves y reducir «de algún modo la enorme colonia que hace imposible que esto esté en condiciones». Piden al ayuntamiento «una solución definitiva y duradera».