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Lola Soriano Pons
Valencia
Miércoles, 8 de enero 2025, 00:29
Han pasado seis meses desde que la escultura de El Parotet, ubicada en la rotonda de la plaza de Europa con la avenida de Francia, se sometiera a un proceso de restauración y repintado para conmemorar sus 20 años de existencia, pero el azul de ... tono 'ultramar' se aprecia deslucido.
Con la incidencia de la luz del día, se ven distintos tramos de tonalidades e incluso se observan tramos más blanquecinos en la obra del escultor de Mislata Miquel Navarro.
Si bien se observan menos estos cambios en la parte inferior o en el tubo circular ubicado en el lado derecho, sí es más visible el deslucimiento durante el día en la parte frontal de la escultura y en el lateral izquierdo.
Si bien el pasado mes de junio ya se apreció visualmente una aplicación por tramos, nada más comenzar el desmontaje del andamio, ahora comienza a verse durante el día un progresivo deslucimiento con la incidencia del sol.
Desde el Ayuntamiento de Valencia aseguran que no hay deficiencias y aclaran que se trata de «un efecto óptico» que se produce con la incidencia del sol a determinadas horas y dependiendo del ángulo de visión.
También inciden en que se apostó por un acabado en satinado, y no mate como antes, porque mientras en el segundo la garantía era sólo de tres años, en la opción elegida la garantía es de quince años. Y añaden que la aplicación de la pintura se hizo con pistola, no con rodillo.
Es más, recuerdan que si no hubiera sido correcto el trabajo no se hubiera recepcionado y que en junio, cuando se empezó a desmontar el andamio, momento en el que un vecino subió por redes sociales una imagen en la que se veía una aplicación desigual del color, ya se encargó un informe para avalar el trabajo.
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En ese informe se concluyó que tras un examen desde una posición cercana se comprobaba «su textura y ausencia de imperfecciones en el esmalte». Se añadió que «respondía a las necesidades y condicionantes de calidad establecidas en el pliego y exigidas durante la ejecución de la obra».
Eso sí, acto seguido, se matizaba que no obstante, «resulta evidente que la elección de un acabado satinado para el esmalte, que contienen un cierto brillo, aunque en el caso que nos ocupa es el mínimo de la gama de satinados, da lugar a reflejos y brillos que, dependiendo del ángulo de la incidencia solar y del punto del observador, puede dar lugar a una apariencia no deseadas del aspecto de la escultura».
También explican desde el Ayuntamiento que la elección del color y el satinado se hizo atendiendo a la decisión del autor y tras realizar varios ensayos y que se apostó por el acabado satinado, tal como se refleja en el informe que encargaron tras su restauración, porque «proporciona una mayor durabilidad que un acabado en mate».
En este mismo informe se añadía que ese acabado satinado, «puede producir el efecto que se observa en las fotografías» -en referencia a la aplicación no uniforme de la pintura- «que son debidos, como se ha dicho a la incidencia de la luz solar y al ángulo con que la percibe el observador, poniendo de manifiesto unas aparentes imperfecciones que no son más que efectos visuales que no responden a la realidad de lo ejecutado como hemos podido comprobar durante las inspecciones realizadas».
E incluso en ese mismo informe se añade que si se comparaba la parte superior de la escultura antes y después de la restauración, «antes del comienzo de la intervención podemos apreciar como ya se podían apreciar esas diferencias de color en diversas franjas, a pesar del transcurso del tiempo y habiéndose utilizado un esmalte que, según todos los indicios, tenían un acabado mate que, dadas sus características, no debía ofrecer ningún tipo de brillo ni, en consecuencia, aparentes diferencias de coloración».
Se recoge igualmente en el informe que se escogió «la única pintura que ofrecía la garantía de durabilidad exigida, es decir, alta, y 15 años».
A todo ello se suma que esta escultura del Parotet, que se instaló en el año 2003, está sufriendo los 'ataques' de palomas y gaviotas que habitan en los alrededores.
Estas aves no sólo se posan en las distintas piezas que componen la obra de arte, sino que además, defecan en los tramos superiores.
Las heces son muy visibles y se expanden de forma vertical a lo largo de la escultura, un problema que desde el Ayuntamiento reconocen que afecta a toda la ciudad y que queda a la vista hasta que la lluvia lo limpie.
En otro informe sobre el proceso de rehabilitación se incluye un certificado de garantía de calidad de la pintura y se certifica la durabilidad de quince años «de la adherencia» de la pintura y de cinco años «el color del revestimiento».
Y en este certificado se incluyen unas excepciones como, por ejemplo, si se producen humedades por capilaridad y de filtración; la incorrecta aplicación y uso con fines distintos del producto; defectos del soporte o productos anteriormente aplicados y que pueden degradar la pintura o provocar la falta de adherencia; agresiones mecánicas externas; pérdida de aspecto original debido al envejecimiento natural causado por el paso del tiempo, los agentes atmosféricos, la contaminación o la suciedad; defectos por vicios ocultos o causas de fuerza mayor.
Igualmente se recoge en el documento de justificación de los trabajos que se hicieron ensayos de pintura y que «una vez aplicada la imprimación y el esmalte de acabado en dos manos y transcurrido el tiempo de secado, se realizaron las pertinentes pruebas de adherencia para comprobar el sistema de pintura elegido y también se comprobaron los micrajes de pintura aplicados».
También recuerdan que antes de aplicar la pintura, se hizo una primera limpieza con agua a alta presión para eliminar la capa de suciedad, que luego se hizo un lijado mecánico y una segunda limpieza con agua a presión para eliminar las partículas del proceso de lijado. Y se añade que luego se dieron tres capas, «la segunda y tercera, con esmalte poliuretano acrílico de altas prestaciones, también de dos componentes de base disolvente y de aspecto satinado, alto contenido en sólidos y curado con isocianato alifático, lo cual proporciona una extraordinaria resistencia tanto química como mecánica, elevada solidez a la luz y a la intemperie».
El presupuesto que se destinó a esta restauración por parte del Ayuntamiento de Valencia fue de 73.151,76 euros.
Expertos como Toni Colomina, director del Fondo de Arte y Patrimonio de la Universitat Politècnica de València, responsable del museo escultórico de la UPV, recuerda que las pinturas «pueden dar problemas o efectos tanto en esculturas metálicas al exterior como en graffitis con la exposición al sol. Hay factores, en este caso el sol, que no se puede controlar, no es lo mismo que en una sala de exposiciones, donde puedes jugar o atenuar la luz» y, tras visionar las imágenes del Parotet, explica que la «reflexión de la luz ciertamente deja ver la pintura más homogénea en el tubo lateral circular y en zonas más planas, sí se nota más la diferencia de pintura con la luz».
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