El parque de vehículos en Valencia vuelve a crecer a pesar de las restricciones al tráfico

La estrategia del Ayuntamiento de restringir el tráfico privado, sobre todo en el centro de Valencia, no tiene reflejo de momento en el deseo de los vecinos de reducir el número de coches. El Boletín Oficial de la Provincia publicó ayer la matrícula del Impuesto de Vehículos que se pondrá al cobro el próximo 1 de septiembre y que supone un incremento respecto al ejercicio anterior de 5.189 recibos.

Así, el parque móvil alcanza según este criterio un total de 442.157 liquidaciones por un valor de 35,62 millones de euros. El pasado año se llegó a los 436.968 vehículos registrados, aunque la cantidad a recaudar fue ligeramente mayor al alcanzar los 35,67 millones de euros.

Esto se debe a una bonificación incluida en la ordenanza fiscal este mandato y que se refiere al descuento del 75% en el pago del recibo en los vehículos híbridos. De esta manera se quiere propiciar el uso de energías alternativas para el transporte urbano.

Lo mismo ocurre con los motores de gas. La asignatura pendiente en este caso es la colocación de puntos de recarga para los eléctricos. De momento esto se limita a algunos aparcamientos de rotación, aunque el Consistorio anunció hace meses un plan para instalar una docena de puntos, aún sin acometer.

Una bonificación menor, en este caso del 30%, sirve para los vehículos matriculados desde el 1 de enero de 2016 que utilicen como carburante gasolina sin plomo. El descuento será durante tres años. De momento, el Consistorio no ha incluido ninguna penalización a los motores diésel, pese a los anuncios realizados desde el Gobierno.

Echando la vista atrás, la matrícula del Impuesto de Vehículos es la más alta desde 2014. Ese año se produjo una tendencia a la baja que se prolongó durante dos años, aunque las restricciones del tráfico privado y la pretendida apuesta del gobierno municipal por el transporte público no ha afectado a la decisión de los vecinos de comprar coches.

En relación con este fenómeno, el Ayuntamiento ha tramitado ya multas de tráfico por 9,36 millones de euros, lo que supera la previsión en el presupuesto municipal de este año, que llega a los nueve millones. La cuestión es que el porcentaje de cobro sigue siendo muy bajo, con la recaudación de una por cada tres que impone la Policía Local.

La proporción llega a 31 de julio a un 32,3% de las multas, con lo que las arcas municipales han recibido tres millones de euros, un tercio de lo previsible. A cinco meses de finalizar el ejercicio se prevé muy complicado alcanzar la estimación realizada por la concejalía de Hacienda, pese a los ingresos añadidos gracias al convenio firmado antes del verano con la Generalitat. Este acuerdo permite al Consistorio embargar cuentas corrientes de infractores que no estén empadronados en Valencia, lo que hasta ahora contaba con muchas limitaciones. La intención es llegar a dos millones.