El PP pide que los ciclistas tampoco circulen por las calles peatonales

El concejal del grupo popular Carlos Mundina ha pedido hoy al gobierno municipal que aproveche la modificación de la ordenanza de Movilidad obligada por la instrucción de la Dirección General de Tráfico para incluir que las bicicletas tampoco puedan circular por las calles peatonales.

La Dirección General de Tráfico emitió ayer una directriz sobre los vehículos de movilidad personal, los patinetes eléctricos, en la que dictaba que no podrán circular por las aceras y las zonas peatonales, entre otras limitaciones.

De esta manera respondía a la demanda de muchos Ayuntamientos a la vista de la proliferación de este transporte alternativo. En Valencia, la ordenanza aprobada el pasado junio ya incluye todos los postulados de la instrucción, salvo el referido a la prohibición en las calles peatonales.

Mundina ha asegurado que esta medida aplicada por Tráfico «deja en evidencia una vez más al alcalde Joan Ribó y a su concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, que aprobaron una ordenanza sin atender las demandas de los vecinos y la Policía Local y que ponía en riesgo a los peatones«.

Mundina señala que en Valencia «casi el 50% de los desplazamientos se realizan a pie», por lo que ha demandado que «la ordenanza incluya cuanto antes una protección preferente del peatón mediante una limitación de la circulación de las bicicletas y patinetes en espacios como aceras y zonas peatonales».

El edil popular ha advertido que la normativa en Valencia «sigue sin incluir artículos que ha recomendado la Policía Local, como que las bicicletas y los patinetes eléctricos no puedan circular en sentido contrario en determinadas calles, que no puedan ir por la calzada cuando exista un carril bici o la prohibición del transporte de personas incluso menores en remolques».

Para el concejal, «desde el PP queremos que la ordenanza sea un texto que se ajuste a las directrices que ha marcado la Policía Local y ponga límites a las intenciones del alcalde y su concejal Grezzi de imponer a los valencianos una movilidad desequilibrada, en la que la los patinetes ocupen el espacio de los peatones».