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La lista es tan larga que es difícil decidir por dónde empezar a describir el patrimonio histórico amenazado en Valencia, aunque por arrancar en algún sitio mejor acudir a un lugar equidistante con toda Valencia. La plaza Beneyto y Coll, en el barrio del Carmen, forma parte de este centro histórico que todavía no ha salido de los años 80 del pasado siglo, donde se sitúan los restos de la muralla musulmana (siglo XI) y que ahora sufre un «vacío demográfico» como define la zona uno de sus vecinos.
«El comercio de proximidad ya no existe y lo único que tenemos es un monocultivo de apartamentos para turistas», sostiene la misma persona en relación con las promociones inmobiliarias que se ejecutan desde hace tiempo en las calles Mare Vella y Portal de Valldigna.
El gobierno municipal tiene en proyecto la recuperación de la muralla con una inversión millonaria, aunque los residentes desconocen todo lo relativo a plazos de obras. Además de rehabilitar los lienzos y el torreón que subsisten, también está previsto construir un jardín arqueológico en la parte trasera de la plaza del Ángel.
«Cada vez hay más turistas y eso no es malo, pero el problema es que se trata de un monocultivo», insiste. En zonas como las calles En Borràs y Salinas «es lo único que hay; viven unos pocos vecinos y el resto de viviendas son apartamentos», denuncia para recordar que aunque «parezca una recuperación por la actividad de las empresas, yo me acuerdo de los vecinos que vivían aquí hace años y no volverán».
En la parte oeste de Valencia, la huerta de Campanar alberga valiosos tesoros patrimoniales. Los campos están en recuperación, indica Pep Benlloch, con interesantes iniciativas del Consistorio para poner en valor la actividad agrícola, aunque otra cosa es lo que ocurre con varias alquerías de la zona.
La alquería del Rey, junto al Bioparc, es el ejemplo más claro. Forma parte de la concesión del Ayuntamiento a la empresa Rain Forest S.L. para la ampliación del zoológico con nuevas instalaciones, aunque el retraso ha supuesto la ruina de los inmuebles rurales.
«Se han hecho excavaciones arqueológicas, pero como no se trabaje rápido habrá un proceso irreversible de degradación», apunta. Los últimos años se han registrado incendios, ocupaciones ilegales y las inevitables pintadas, signo de abandono de este tipo de lugares. La entidad vecinal quiere que el destino del conjunto de alquerías esté relacionado con su entorno. «Que sea para algo de la huerta», dice Benlloch, quien cita otro caso como el de la alquerías dels Frares.
Esta casa se sitúa en la parte más profunda de la huerta en dirección a Paterna y el viejo cauce, un ámbito que el gobierno municipal ha propuesto como parte del Parque Natural del Turia. Se da la circunstancia de que en la primera planta de la alquería hay un mural del siglo XVII que recrea la batalla en Salses, una ciudad francesa, y que se conserva en un más que aceptable estado de conservación.
«Estamos esperando el desarrollo del Plan de l'Horta para ver qué sucede con esta alquería», dice Benlloch, quien no descarta incluso una venta a una entidad pública para que realice algún tipo de equipamiento.
De vuelta al centro, el presidente de la asociación de vecinos de Ciutat Vella, Rafael Mampel, habla de otro emplazamiento «maldito» para el patrimonio. Se trata del solar de la calle Micalet, donde también se encuentra la Casa del Relojero. El Consistorio ha adjudicado el proyecto para construir otro inmueble, algo en lo que está en desacuerdo la entidad vecinal. «Queremos que se abra una plaza porque estamos esperando desde 1952 y, desde luego, no es la mejor postal de Valencia».
La Casa del Relojero está en situación de ruina. «Deberían rehabilitarla sin más, con jardines verticales o lo que mejor quede», dice Mampel, quien señala otros perjuicios como el botellón, los manteros y la falta de limpieza en la zona. «Es uno de los lugares más turísticos de la ciudad, pero les da igual», acaba.
En esta línea, uno de los edificios municipales más visitado es la Lonja. Desde 1996 está declarado Patrimonio de la Humanidad y este mandato «se ha hecho muy poco», afirma César Guardeño, presidente de la asociación Círculo por la Defensa del Patrimonio. Cita el pavimento de una de las salas de la torre. «Vimos el proyecto, pero desconocemos si se ha ejecutado», apunta.
En el entorno, destaca la ruina de dos fincas recayentes a la plaza de Doctor Collado, de propiedad municipal y donde se ha adjudicado su derribo para reconstruirlas. «Estaremos atentos porque debajo hay sótanos medievales», subraya.
Lonja Las cámaras no acaban de llegar. El Consistorio anunció hace casi un año la colocación de cámaras de vigilancia en los aledaños del edificios para prevenir actos vandálicos. Nada se sabe del estado del proyecto, que necesita autorización.
Almoina Abandono del museo. Las última decisiones del exdirector del Centro Arqueológico, Albert Ribera, ha puesto en evidencia el abandono sufrido por el museo de la Almoina en todo este mandato, donde las humedades han obligado a trasladar restos a un depósito.
Catedral Goteras en la sacristía. El cabildo de la catedral espera desde hace meses el permiso de la Conselleria de Cultura para derribar un muro postizo que oculta la parte trasera gótica de la Seo. Las goteras de esta construcción han provocado graves humedades en la sacristía.
Edificio del reloj Ruinas en el lugar más turístico de Valencia. Si hay un lugar singular por su belleza arquitectónica, debe estar muy próximo al solar de la calle Micalet, justo enfrente de la Seo y sin resolver desde mediados del siglo XX.
Muralla La última fortificación. El barrio del Carmen se ha ido despoblando las últimas décadas sin que se hayan resuelto problemás crónicos como el retraso en la recuperación de la muralla islámica, donde el Consistorio tiene incluso fondos asignados, pero que es incapaz de ejecutar el jardín arqueológico.
Alquerías La parte rural más en riesgo. En el listado de elementos del patrimonio cultural y arquitectónico, las alquería tienen un lugar de preferencia por el número de construcciones protegidas arruinadas los últimos lustros, como esta próxima al parque de Cabecera en Campanar.
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