Pelea multitudinaria a las afueras de una discoteca en la Cruz Cubierta de Valencia

Hasta sacando basura de los contenedores para lanzársela los unos a los otros, bajo una intensa lluvia y entre los gritos aterrorizados de decenas de personas, varios jóvenes protagonizaron este domingo por la mañana una pelea multitudinaria en la Cruz Cubierta, a la salida de una conocida discoteca que cierra a primera hora de la mañana. Los vecinos denuncian que llamaron a la Policía Nacional, pero que cuando llegaron las patrullas «la pelea había terminado». El altercado duró casi 40 minutos, según los residentes.

En un vídeo al que ha tenido acceso este diario se puede observar un grupo amplio de personas que ocupan la calzada en ambos sentidos, mientras los coches tienen que parar en plena calle para evitar atropellar a nadie. Los golpes y los puñetazos van y vienen, protagonizados sobre todo por hombres. En un momento determinado del vídeo, se puede ver a un joven que acude a los contenedores y saca una silla vieja que lanza contra otra persona. Este diario se puso en contacto ayer con la Policía Nacional, que no dieron datos de la actuación.

Eso puede ser porque no fuera grave (lo que parece difícil a tenor del vídeo) o porque llegaran tarde. «Cuando vimos a las patrullas, ya había pasado todo», explica un residente. Muchos de ellos se despertaron con los gritos en la calle, tal como han contado a este diario. El problema es que esta situación no es nueva. Según ha informado en varias ocasiones la Asociación de Vecinos Bulevar Sur-San Vicente Mártir, este tipo de enfrentamientos se dan casi todas las semanas. No tienen demasiados problemas de botellón, pero al amanecer, cuando cierra la discoteca, las peleas son constantes, comentan.

De hecho, según ha podido saber este diario, en ocasiones las agresiones llegan hasta el punto «de que la gente recoge a los heridos de un bando o de otro y se los llevan a los bancos del bulevar o a la vieja fábrica de cervezas Turia para atenderles». «No vienen ambulancias, parece que hay una especie de norma no escrita entre ellos de no llamar a los servicios de emergencia», explican los vecinos con los que ha hablado este diario.

Los problemas en el barrio también tienen que ver con robos (se llevan hasta los pomos de los portales) o el vandalismo que sufren los coches aparcados, los contenedores o el mobiliario público. Los residentes, desesperados, piden más presencia policial, sobre todo a la salida de la discoteca, que cierra a primera hora de la mañana: es, dicen, el momento más crítico.