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Restos de las naves ya derribadas, que darán paso a un edificio de hospitalización de cinco alturas. Försterling/EFE

Una petición de la Universitat frenó en 2013 la protección de los edificios de la Escuela de Agrónomos

El borrador del catálogo de bienes patrimoniales de Valencia incluía toda la parcela, que al final quedó a la espera de un estudio que no se finalizó

Joaquín Batista

Valencia

Jueves, 17 de diciembre 2020, 00:08

El entorno de la antigua Escuela de Ingeniería Técnica Agrícola, con los diferentes edificios, iba a ser incluido en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de Valencia hasta que en 2013 una petición de la Universitat paralizó la aprobación para estudiar mejor su situación. Así se desprende de la documentación a la que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS sobre el citado inventario, que recoge las construcciones con valor patrimonial y las cautelas a las que atenerse en las intervenciones a realizar.

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El catálogo se aprobó dos años después sin que la ficha referida a todo el complejo modernista donde se ubica la escuela, diseñado por Fernando Moreno Barberá y Borso di Carminati, se hubiera completado. Esta carencia sustenta la resolución de la Conselleria de Cultura que, tramitada en siete días, ha permitido los derribos incluidos en la ampliación del Hospital Clínico, actuación que ha levantado suspicacias en el Colegio de Arquitectos de la Comunitat, que prepara un informe sobre la oportunidad de la intervención. Lo que argumenta Cultura es que al no haberse detallado el valor del resto de edificios del entorno sólo se considera protegida la torre principal.

También se derribará el inmueble de una altura que rodea la antigua escuela, el que conecta con la Facultad de Psicología y que formaba parte del proyecto original, según se desprende del borrador del catálogo y de las fotos históricas consultadas. La idea es reconstruirlo con una fachada similar a la original.

El catálogo se aprobó en el pleno de mayo de 2013, pero posponiendo las fichas referidas a los edificios y entornos de la Universitat, como la del Rectorado, las de las Facultades de Historia y Filosofía o la de la Antigua Escuela de Ingenieros Agrónomos, ocupada ahora por la Facultad de Psicología y que incluía, dentro de su ámbito, la parcela de Agrícolas que asumirá el Clínico. El acuerdo plenario señaló que la Universitat pidió la suspensión «hasta el momento en que analice y concrete su protección (de los diferentes edificios) de conformidad con los criterios de la administración» competente.

La ficha sobre Agrónomos recogía la delimitación del entorno a proteger: el edificio (actual Psicología) «y los espacios vinculados al mismo, incluyendo tanto las construcciones como los propios espacios». Se hablaba de las parcelas que albergan también el inmueble de Agrícolas y sus edificios adyacentes y un tramo del jardín de Blasco Ibáñez.

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También se decía que «toda intervención que se realice sobre el bien protegido deberá tener por objeto la conservación y fomento de los valores patrimoniales del conjunto», y se describía como «un ejemplo acreditado de arquitectura del siglo XX que configura ensencialmente, junto con el resto de edificios que forman parte del complejo universitario, la imagen del tramo original del antiguo Paseo al Mar». Así, «se considera de interés patrimonial todo el conjunto arquitectónico: los edificios y sus partes, los espacios que las relacionan y el vallado de la parcela».

El catálogo se aprobó definitivamente en 2015, aunque reconociéndose que quedaban pendientes de tramitar las fichas de los edificios de la Universitat, que debían completarse con un Plan Especial de Protección, entonces en redacción. Fuentes municipales explicaron ayer que la institución se comprometió a asumirlo, aunque posteriormente comunicó que se finalizarían las fichas sin necesidad de recurrir a este instrumento urbanístico, sin bien esta tarea tampoco ha sido entregada para su revisión.

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El resultado es que en el catálogo aprobado la información de la ficha del conjunto arquitectónico es mínima, y desaparecen las referencias citadas y la delimitación del entorno protegido. De hecho, el espacio está en blanco. Aunque ayuda a entender el visto bueno de Cultura -a grandes rasgos, porque no se puede saber si hay algo más que proteger- hay fuentes que critican la celeridad en lugar de recabar más información antes de pronunciarse. Al fin y al cabo, cualquier actuación queda supeditada a lo que dictamine la administración autonómica. LAS PROVINCIAS trató de obtener la versión de la Universitat, sin éxito.

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