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Siete de los edificios más representativos de Valencia, como es el caso de la Lonja de Mercaderes, las torres de Quart y las ... de Serranos; el Almudín, las Reales Atarazanas próximas a la avenida del Puerto; el palacio de Cervelló y el Museo de la Ciudad, ya cuentan con las necesarias cámaras de vigilancia para proteger el patrimonio y evitar nuevos actos vandálicos, pero los carteles que advierten de que la zona está vigilada y que se está grabando siguen sin retirarse de las fachadas o rejas sobre las que se ha colocado.
No hay que olvidar que se trata de edificios protegidos, son Bien de Interés Cultural (BIC) y, en el caso de la Lonja, además es el único edificio del cap i casal que es Patrimonio de la Humanidad y estos rótulos no se pueden poner sobre los elementos que componen el edificio. Por eso, desde el Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural, exigen que se retiren y que se reubiquen en otras zonas próximas que no afecten a la fachada o elementos de los edificios o que no restos visión del bien protegido.
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Estas cámaras se pusieron en funcionamiento el pasado viernes y, por ejemplo, en la Lonja el cartel que anuncia la grabación, de un color amarillo vistoso, se ha pegado sobre la piedra de este edificio del siglo XV en la fachada principal de la plaza del Mercado. También se han puesto dos más cogidos con bridas en los ventanales de forja de este edificio del gótico civil valenciano, uno en la calle Cordellats y otro en la posterior calle de la Lonja.
En las torres de Serranos directamente se ha puesto el cartel que advierte de la grabación pegado en la misma fachada, sobre los sillares que rodean a la puerta de acceso por la que pasan miles de ciudadanos y turistas a diario. En las vecinas torres de Quart, en Guillem de Castro, también se ha optado por poner cartel con brida sobre las rejas que protegen el conjunto y también sobre los sillares del portalón de entrada.
En otro de los edificios donde se han puesto estos carteles y no se han retirado todavía es en las Reales Atarazanas, en el barrio del Grao, cerca de la avenida del Puerto. Como explica el portavoz del Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio, César Guardeño, «en este caso se han puesto los carteles tanto sobre la fachada principal, en el acceso de la plaza Juan Antonio Benlliure, como en el lateral de la calle José Aguirre y también en la pequeña calle de Salvador Gasull, callejón donde, por cierto, se consiente que aparquen a diario coches pegados a la fachada, cuando la ley de protección de estos bienes no lo permite».
En el Museo de la Ciudad, próximo al Palacio Arzobispal también se ha pegado el cartel junto a la puerta de entrada. En el caso del palacio de Cervelló se ha optado por poner un gran panel metálico advirtiendo de la grabación justo debajo de la cámara, que está en la fachada y otro letrero junto a la puerta de entrada y, en otro edificio referente como es el Almudín, que está a un paso de la parte posterior de la Catedral de Valencia, el cartel está pegado a un cristal en la puerta de acceso, no en la fachada.
A la pregunta formulada al Ayuntamiento de Valencia, para ver si iban a reubicar los carteles pegados en las fachadas o atados con bridas, la respuesta fue concisa: «Se actuará con arreglo a la normativa», una contestación parecida a la facilitada la pasada semana, cuando indicaron que en el caso de que incumpliera normativa, se cambiaría.
Esta respuesta sí que se amplía en redes sociales, donde la concejala de Patrimonio Histórico. Gloria Tello, responde en un foro a una persona que criticaba esta gestión y apunta que «no se trata de mal gusto, se trata de cumplir la normativa de Protección a la Intimidad, que obliga a que estos carteles estén al lado de las cámaras. Así se ha de hacer y así se han recibido las autorizaciones pertinentes». Tello añade que «a mí evidentemente no me gusta, pero era una de las condiciones a las que las leyes obligan para instalar esas cámaras, con todas las autorizaciones patrimoniales pertinentes».
La protección y mantenimiento de los puentes históricos del viejo cauce del río sigue siendo deficiente, buena prueba de ello es que el puente del Real ha aparecido en uno de sus puntos a cubierto ennegrecido. Según denuncian desde el Círculo por la Defensa del Patrimonio, «es una zona donde se refugiaban personas sin techo y les han quemado las pertenencias y han causado daños al puente».
Esta argumentación no ha convencido al colectivo del Círculo de la Defensa del Patrimonio. Guardeño indica que «no puede justificar el dejar los carteles con la ley de Protección de Datos porque esta no puede contravenir a la ley de Patrimonio, que en su artículo 38.e) deja claro que 'queda prohibida la colocación de rótulos y carteles publicitarios, conducciones aparentes y elementos impropios en las fachadas y cubiertas de los monumentos y todos los elementos que menoscaben o impidan su adecuada apreciación'». Y añade que cerca del puente de la Trinidad se pusieron cámaras, «y los carteles están en un poste y eso que este puente es Bien de Relevancia Local (BRL) no BIC, como en los edificios descritos».
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