«Con la plantilla que tenemos, llegamos hasta donde podemos»
Jesús Carbonell, concejal de Seguridad de Valencia ·
El edil asegura que les preocupa el tardeo porque es «importante» luchar contra el botellón «desde sus inicios»Jesús Carbonell (Valencia, 1968), el nuevo, hiperactivo y sin vacaciones concejal de Movilidad y Seguridad, se enfrenta este fin de semana a su primera prueba ... de fuego. Tras tres meses en el poder, el botellón universitario y las fiestas tensarán la plantilla de la Policía Local, cuyos mandos han preparado un dispositivo especial con 200 agentes y operativos singulares en determinadas zonas con vallado de las plazas, baldeo o la grúa municipal retirando coches a troche y moche para asustar a los chavales y que vean movimiento de agentes. Pero Carbonell avisa: llegarán hasta donde lleguen, porque falta personal. Mucho.
–La ciudad tiene por delante un fin de semana complicado por el botellón. ¿Cómo se lo plantean desde el punto de vista policial?
—Con seriedad, porque vistos los antecedentes de Castellar del pasado fin de semana, obviamente necesitamos prestar especial atención al botellón porque es evidente que es un problema. No se da sólo en Valencia, sino que también se da en muchas ciudades porque el modelo social de los jóvenes no parece que sea el más idóneo, al menos por el momento. Por eso, tenemos que actuar.
–¿Qué medidas van a poner en marcha a lo largo de estos días?
—Reforzaremos la prevención con la Policía Local y a estos efectos se adoptan determinadas medidas: estaremos mucho más presentes en las zonas más conflictivas, con un aumento del 20% que es lo que podemos hacer con los efectivos que tenemos. Nos gustaría reforzar más, pero no podemos. Cuando tengamos más policías mejorará el número de agentes. Mientras tanto, adoptamos otro tipo de medidas que pueden coadyuvar a la gestión de los problemas derivados del botellón, como es el vallado en plazas que tiene carácter preventivo.
–Eso ya lo hacía Aarón Cano en Honduras.
—Sí, pero tenemos planeado actuar en varias zonas de manera importante. Vamos a utilizar Servicios Centrales Técnicos para los vallados perimetrales en zonas de botellón, también vamos a utilizar la grúa para reforzar la actuación de la Policía Local para retirar los vehículos que estén mal aparcados. Buscamos coordinarnos con otros cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para evitar yuxtaposiciones: si ellos están en una zona no estaremos nosotros. Estaremos en coordinación con la Policía Nacional. También intervendrá la delegación de Limpieza del Ayuntamiento coincidiendo con el horario de cierre de las terrazas con baldeo y recogida de desperdicios y limpiando aceras, plazas y zonas verdes para que los vecinos puedan disponer de espacios disponibles. Obviamente, no actuaremos cuando las terrazas estén en su horario legal, ahí no podemos ni debemos hacer nada.
–Pero volvamos a lo del vallado. ¿Podrían hacerlo en plaza de España o en la Creu Coberta?
—Hombre, es evidente que no podemos hacerlo en la calle San Vicente porque no podemos cortar el tráfico, pero en las zonas ajardinadas... estaremos pendientes de actuar donde haga falta y cuando haga falta.
–Hablemos de momentos. Por la tarde habrá casi 140 agentes pendientes. ¿Les preocupa el tardeo?
—Creo que es importante luchar contra el botellón desde su comienzo. Cuando ya tienes excesiva presencia de gente tomando algo en una determinada zona, puede no darse el botellón pero ya están ahí. Y de estar tomando algo en una terraza a pasarse al botellón hay un paso. No intervendremos en terraza pero es muy importante que la ciudadanía y los jóvenes comprueben que hay una presencia importante de la policía, porque eso tiene un efecto disuasorio que es clave.
–¿Y la hora de salida de las discotecas? A primera hora de la mañana la gente sale de las salas de fiesta con más alcohol de la cuenta en el cuerpo. Ahí se dan los problemas más grave. Mire la Creu Coberta.
—Sí, sí, también nos preocupa. Tendremos preparados dispositivos estáticos de control de vehículos, patrullas posicionadas estratégicamente y haremos denuncias por infracciones determinadas, consumo de alcohol en vía pública, tenencia de armas o consumo de sustancias estupefacientes. También habrá un control administrativo de los 'after' para que cumplan la hora de cierre.
–¿Teme que haya más reyertas como las del pasado fin de semana?
—Creo que no es lo habitual. En Castellar fue un caso puntual que no creemos que se repita.
–Bueno, pero la una por la otra: este sábado vuelven los bous al carrer a Castellar.
—Pero la gente que va a los toros no hace botellón.
–Hay de todo, pero lo cierto es que sí les obliga a ir hacia el norte. Y si la sábana es pequeña, cuando se tapa el cuello se le quedan los pies al aire.
—Vamos a estar más presentes en Carpesa. Con la gente que tenemos, con el modelo actual, llegamos hasta donde podemos. El botellón se ha extendido, pero no en los toros. La gente que va no está orientada al consumo de bebidas alcohólicas.
–Hoy en día multar por beber en la calle es complicado: se requieren varios análisis a la bebida. El anterior equipo de gobierno tenía una ordenanza de convivencia que iba a dar más herramientas a los agentes en la lucha contra el botellón al permitir multar por hacer ruido, no por beber en la calle. ¿Qué sabemos de ese texto?
—Nosotros vamos a hacer nuestra propia ordenanza. Esa está parada y vamos a elaborar la nuestra. También queremos acabar con el botellón y la mendicidad, pero lo haremos con nuestras recetas. Ahondaremos en esa lucha, eso tiene que quedar claro.
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