Más plástico sobre la cúpula de la Estación del Norte para evitar daños por lluvias

El objetivo, reforzar la protección de la estación durante las obras, como indicaron en el lugar lso propios trabajadfores encargados de dicha labor. Los transeuntes que este martes andaban por la calle Xàtiva o por la plaza del Ayuntamiento pudieron observar curiosos a alrededor de media docena de operarios encaramos a la característica cúpula de uno de los edificios más emblemáticos de la capital. Dos de ellos, convenientemente anclados, subidos en lo alto de la genuina claraboya enrejada, y otros tensando la superficie a los pies de la cúpula.

Las lluvias de la Dana ya se notó la pasada semana, con la caída de agua sobre todo en la nave central, que quedó parcialmente precintada. Todo ello pese a la presencia ya en aquellos días de un plástico que, a todas luces, se ha revelado suficiente para evitar el paso de las precipitaciones. Ya pasó en julio pasado, cuando otro aguacero dejó anegada la estación y obligó incluso a utilizar máquinas secadoras.

Entonces aseguraron desde el Gobierno que el desmontaje de la cúpul se hacía en verano «porque no es temporada normal de lluvias». El peligro de las goteras no radica sólo en la incomodidad para los viajeros (que ya tienen que salvar el laberinto de andamios de los accesos a los trenes) o que pueda llegar a interferir en el tráfico ferroviario, algo que hasta ahora no ha pasado. La principal alerta es que pueda llegar a dañar algunos de los elementos de madera o componentes arquitéctonicos únicos en un edificio obra de Demetrio Ribes y que es uno de los iconos modernistas de Valencia y de toda la Comunitat.

La medida tomada por Adif para proteger mejor las obras en la cúpula de la Estación del Norte llega además justo a las puertas de la temporada de lluvias de otoño, habitualmente la más abundante del año y con numerosas gotas frías que acaban azotando el casco urbano de Valencia.