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Tras el confinamiento, miles de valencianos decidieron aprovechar la llegada del buen tiempo (era mayo de 2020) para volver a salir a la calle y ... pisar, de nuevo, la playa. La situación es mucho menos dramática ahora, pero la ausencia de sol durante largas semanas (marzo ha sido uno de los menos soleados de la historia) ha llenado de nuevo el paseo marítimo. El sol, sí, pero también la previa de Semana Santa han motivado una afluencia de vecinos y visitantes al frente marítimo atípico de las fechas.
Un paseo por la Marina de València y las playas del Cabanyal y la Malvarrosa mostraba terrazas llenas. También las zonas deportivas o de recreo de la Marina estaban hasta arriba de gente en la matinal del sábado, con decenas de personas asistiendo en la Pérgola a un concierto de Apartamentos Acapulco. Los locales de la Dársena también estaban animados, aunque la agitación en esta zona se vive, sobre todo, por la tarde.
El recorrido por el frente marítimo sigue hacia el norte por el paseo, frente al hotel balneario Las Arenas. Junto a él hay varios restaurantes, que este sábado tenían decenas de reservas ya preparadas. «Estamos completos», decía, en un inglés aceptable, el camarero de una arrocería situada en el paseo de Neptuno a un grupo de turistas que quería comerse una paella sin haber reservado antes. Y es que el sol animó a muchos a volver a la playa, como a la pareja que conforman Laia y Judit, dos jóvenes valencianas que decidieron ir a dar un paseo hacia el mar. «Hacía tiempo que no veníamos y esta mañana la teníamos libre», decían, antes de entrar a la arena cogidas de la mano, que es la mejor forma de entrar a la arena y, en definitiva, de andar por la vida.
Renfe ha registrado este viernes 163.576 viajeros transportados en casi un millar de trenes en sus servicios de Ave-Larga Distancia y Media Distancia en el primer día de operación salida de Semana Santa, lo que supone una cifra récord de pasajeros en un día desde que se inició la pandemia. En concreto, en Ave y Larga Distancia han sido transportados 99.613 viajeros, mientras que en Media Distancia han viajado 63.963 personas, ha informado el operador en un comunicado. Los trayectos más demandados han sido los que enlazan Madrid con Andalucía, Comunidad Valenciana, Galicia y Cataluña, si bien se ha alcanzado una alta ocupación también en el Corredor Mediterráneo.
Fernando Turanzo, secretario de la Asociación de Empresarios Hosteleros de las Arenas, no cabía en sí de gozo. «Ha sido un espectáculo», describía, de forma gráfica. Turanzo ha asegurado que los restaurantes colgaron el cartel de completo durante casi todo el día, lo que fue una bendición para un sector y una zona que viven casi exclusivamente del turismo. «No habíamos tenido un día así desde antes de Fallas, se notaba que la gente tenía muchas ganas de playa», ha comentado Turanzo, que ha apuntado que han pasado «una travesía por el desierto, o mejor dicho, por el polo», en referencia al frío de estas semanas atrás.
Todo eso quedaba este sábado en el pasado, aunque si las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología para Valencia se han cumplido, esta mañana los cielos habrán amanecido encapotados y continuarán así hasta el Viernes Santo, en que se abrirán ligeramente. De hecho, la previsión es que el martes vuelva a llover con fuerza sobre la ciudad.
Pero este sábado ha sido un oasis en medio de la travesía polar de la que hablaba Turanzo. Los chiringuitos de la playa estaban también llenos de gente. Pasadas las canchas de voleibol, donde siempre que hace buen tiempo se montan decenas de partidos, las terrazas estaban a reventar. Desde ellas, decenas de personas observaban con curiosidad a los valientes que decidían mojarse los pies en el mar. «La idea era dar un paseo junto al agua, pero hacía tanto calor que hemos decidido quitarnos los zapatos y ni tan mal», explica Natalia, paseante por la zona con su novio Álex.
«Voy hasta arriba, no puedo atenderte», era la frase más repetida por los camareros de los locales de la playa. «Buena señal», apuntaba un comensal desde su mesa, y la camarera sonreía bajo la mascarilla mientras iba de aquí para allá con la bandeja llena de platos y vasos. Buena señal, y tanto. Que dure, que falta nos hace a todos.
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