Urgente El PP europeo mantiene en Valencia la cumbre de finales de abril
Indigentes en la antigua sede de la Agencia Tributaria, durante la madrugada de ayer. j. j. monzó

Pobreza itinerante en el centro de Valencia

Pórticos y jardines acogen campamentos de indigentes pese a las plazas en albergues

Paco Moreno

Valencia

Jueves, 5 de diciembre 2019

Una y media de la madrugada. En la plaza del Ayuntamiento el silencio sólo es roto por las risas de los últimos turistas que vuelven a los hoteles, las ofertas que hacen dos jóvenes entregando tarjetas de un club de copas en la calle Embajador Vich y las conversaciones calladas de los taxistas en la parada, repleta de coches. Hay más quietud en la escalinata de Correos, donde cada uno de los tres accesos está ocupado por una persona tapada hasta la cabeza con varias mantas. Duermen al raso.

Publicidad

Igual ocurre pero de manera mucho más notoria en la antigua sede de la Agencia Tributaria, en la calle Guillem de Castro. El imponente edificio, como todos los lugares donde se recauda dinero, está tomado literalmente por colchones, cartones, mantas y carritos de supermercado cargados hasta los topes con enseres de todo tipo. Y personas.

Más adelante, en la calle Guillem de Castro, ocurre lo mismo alrededor de la ermita de Santa Lucía. Los jardines del Hospital se han convertido en un lugar predilecto de acampada para los que carecen de techo. Aprovechan el refugio de un murete de ladrillo que recrea la planta de una iglesia desaparecida, así como una fuente cercana para lavarse.

Uno de los campamentos principales se ha instalado en la entrada de la antigua Agencia Tributaria

«Vienen, les leen un poco la Biblia y luego les dan un bocadillo. Eso no resuelve el problema real», dice un vecino de la calle Guillem de Castro sobre los grupos de voluntarios que se dedican a recorrer la ciudad. El Ayuntamiento, para variar, está enfrascado en un cruce de acusaciones entre la oposición y el gobierno municipal. Los primeros, como fue el caso el lunes de la portavoz del grupo popular, María José Catalá, critica la falta de medios del Consistorio. La oferta de plazas en albergues es de la mitad de las 600 personas que malviven en las calles.

Por el contrario, la concejala de Servicios Sociales, Isabel Lozano, aseguró ayer que «todas las personas que deseen dormir en una plaza de alojamiento durante la operación frío van a ser atendidas». En total, hay 372.

Publicidad

Con esta operación se refiere al refuerzo de camas desde el pasado 29 de noviembre hasta el próximo 28 de febrero. Para los vecinos, la solución debe ser una «atención psicológica y sanitaria, dado que se trata de personas con todo tipo de problemas personales que no se solucionan con una ducha», insiste una vecina de Velluters. Esta residente habla del perjuicio que causa esta situación en el centro histórico para los indigentes y para los vecinos.

Los vecinos piden una atención psicológica y médica de los 'sin techo': «Vienen y les dan un bocadillo, pero eso no resuelve el problema»

Lozano dijo que «a pesar de que ningún año se han llenado al completo, este es el que más plazas hemos puesto a disposición para los días de frío, todos los recursos municipales están preparados», para recordar la apertura de un nuevo centro municipal de emergencias en la calle Santa Cruz de Tenerife. Se trata de unas instalaciones municipales nuevas que disponen de 25 plazas para pernoctar, servicio de comedor, cocina, baños y duchas.

Publicidad

Pero eso queda muy lejos del centro histórico, el distrito que sin duda alberga más indigentes. El trasiego de los clientes de los comercios, los jardines, restaurantes y hasta los cines atraen como un imán a estas personas. «Lo peor es que el Ayuntamiento abre más servicios aquí, lo que va en contra de los vecinos que vivimos en el centro», apuntan.

Una de las residentes cita como ejemplo el albergue que quiso abrir el Consistorio en la plaza del Pilar. «Esa parcela debía servir para una dotación destinada a los vecinos, que ahora tenemos el médico en la plaza Nápoles y Sicilia». Finalmente, las protestas de los residentes hicieron modificar el proyecto original, que ahora ha mutado en un conjunto de oficinas de Servicios Sociales. «Tampoco es la solución».

Publicidad

El hecho de que los vecinos de Velluters tengan asignado el centro de salud en Nápoles y Sicilia lo comentan como la constatación de que «en la Administración no tienen en cuenta a los vecinos», que se consideran «aislados» con decisiones como la construcción de un carril ciclista en la calle Guillem de Castro, un tramo del anillo que rodea el distrito. «Ahora, la única opción es aparcar para que baje alguien es el carril bus. Son 200 euros de multa».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€

Publicidad