Poco más de 1.700 personas poseen 52.000 inmuebles en Valencia

Así lo ha indicado, en una rueda de prensa, el edil socialista Borja Sanjuán, que ha reiterado que la modificación de impuestos como el de Bienes Inmuebles (IBI) promovida por Catalá es una «estafa fiscal». El concejal ha afirmado que el PP, al frente de la concejalía de Hacienda, «esconde que mientras permite ahorrarse 2.200 euros de media a los grandes tenedores solo reduce 40 euros a las familias».

«Catalá premia a los especuladores en un momento en el que el principal problema de la ciudad es el acceso a la vivienda», ha señalado Sanjuán. A este respecto, ha apuntado que «1.778 propietarios con más de diez viviendas cada uno y que concentran 52.030 inmuebles de la ciudad se ahorrarán aproximadamente 4 millones de euros gracias a la estafa fiscal de Catalá».

En respuesta, la primera teniente de alcalde y edil de Hacienda, María José Ferrer San Segundo, ha criticado que la oposición use «a la desesperada la mentira para enfangar y manipular a la opinión pública» y ha afirmado que «la bajada de impuestos y tasas generalizada es una realidad tan positiva que ya es habitual escuchar a muchos vecinos mostrar su satisfacción por encontrarse los recibos del IBI con una reducción notable».

«La confrontación entre barrios a la que recurren los socialistas es un intento maniqueo de dividir a los vecinos, sin ningún fundamento. El objetivo principal de la bajada de impuestos que estamos aplicando es todo lo contrario: ayudar a todos los vecinos y comercios y dejar en el bolsillo de los valencianos su dinero al tiempo que se generan más oportunidades y se da un impulso a la economía», ha manifestado San Segundo.

La titular de Hacienda ha añadido que en los ocho años de gobierno progresista anteriores los vecinos «sufrieron hasta en dos ocasiones subidas generalizadas de impuestos y tasas municipales». «Los socialistas y --el anterior alcalde, Joan-- Ribó (Compromís) sometieron a dos sablazos fiscales a todos los vecinos de València sin distinguir nivel de renta y sin tener en cuenta situaciones tan complejas como la paralización de la economía que generó la pandemia», ha dicho.

La primera teniente de alcalde ha apuntado que en esos ochos año, «después de los sablazos fiscales a los que se sometió a la ciudad, que supusieron también una rémora para la actividad económica, las familias pagaban 440 euros de media más al año en impuestos y tasas».

Igualmente, ha expuesto, respecto a «viviendas desocupadas en 2022, cuando Sanjuán era concejal de Hacienda», que «el recargo del 30% previsto en la ordenanza para los titulares de más de diez viviendas desocupadas únicamente se aplicó a un contribuyente titular de 26 inmuebles». «Por tanto, el impacto fue nulo para aumentar la oferta en el mercado y reducir el precio de los alquileres», ha censurado.

San Segundo ha considerado que Sanjuán es «incapaz de admitir su fracaso y del gobierno del que formaba parte». La edil ha destacad también que en la actualidad a «la bajada de IBI» se une la reducción «en un 50% la tasa por los servicios de alcantarillado, colectores y estaciones de bombeo».