La Policía Local de Valencia ha denunciado esta madrugada al propietario de un bar situado en el barrio de la Cruz Cubierta donde se encontraban cuatro personas sin mascarilla, cuando una patrulla de la Unidad de Convivencia y Seguridad (UCOS) ha comprobado como el establecimiento tenía la persiana bajada pero mantenía abierto su acceso por la parte trasera. Se trata de la primera denuncia tras la entrada en vigor del nuevo decreto, que obliga al cierre de los locales de hostelería.
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La Policía también intervino anoche en dos fiestas privadas en domicilios donde levantó sendas actas por contaminación acústica y denunció a tres personas por incumplir las restricciones de movilidad que impone el toque de queda.
La incidencia acumulada se dispara hasta los 1.166 casos por cada 100.000 habitantes
Aarón Cano, concejal de Protección Ciudadana, ha condenado «comportamientos irresponsables como los que hemos visto esta noche cuando estamos en el momento más crítico desde el inicio de la pandemia. Tenemos que evitar fiestas para cuando haya motivos que celebrar» ha añadido el edil, que ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que extreme las precauciones.
Esta mañana el CECOPAL se reúne de nuevo para abordar, con todos los servicios municipales implicados, las medidas posibles para frenar la incidencia del virus en la ciudad. La previsión es reforzar la cita previa en los servicios municipales.
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