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Desde el pasado mes de junio hasta el día 12 de este mes, la Policía Local ha impuesto un total de 2.795 multas relacionadas con servicios para frenar el botellón. De esta cifra, 866 sanciones se han debido al consumo de alcohol en la vía pública, mientras que el resto se debe a que los afectados no llevaban mascarilla puesta. Estos son los dos elementos principales, señaló ayer el concejal de Protección Ciudadana, Aarón Cano, al relatar los detalles del trabajo policial de los últimos meses, protagonizados por la pandemia sanitaria del Covid-19.
El edil apeló a la «responsabilidad individual» para frenar las concentraciones de personas en los microbotellones que se realizan en Valencia. Señaló que «no se trata de algo que afecta a los jóvenes, sino a un modelo de comportamiento que es necesario cambiar», en referencia al riesgo de contagio. «No me gusta ser moralizante, nunca lo he sido, pero es necesario pensar en todo lo que está pasando, como los 48 muertos que llevamos en la ciudad desde el verano».
Los servicios policiales se verán facilitados, aseguró, cuando se apruebe la nueva ordenanza de civismo. Dentro de unas semanas, estimó Cano, se reunirá con los grupos de la oposición para intentar sacar la normativa por consenso. «Tenemos la mayoría en el hemiciclo, pero es mejor que sea así», objetó.
Entre los cambios que aparecen en el borrador se habla de que las infracciones cometidas por menores deberán ser respondidas «solidariamente» por los padres o tutores, mientras que se agilizará también procedimientos como el análisis de las bebidas alcohólicas.
Todo esto pretende responder a las quejas crecientes en algunos barrios por el botellón. Los últimos incidentes han sucedido en la plaza de Honduras, en Algirós, y el barrio de Benimaclet, en concreto en el centro histórico y el entorno del cementerio. Los policías locales utilizan hasta drones para localizar las concentraciones de jóvenes, donde como se observa en el balance la ausencia de mascarilla protectora es demasiado frecuente.
En total, los agentes han tramitado desde junio un total de 10.646 multas por no llevar mascarilla. El pasado septiembre fueron 4.388 casos, mientras que en octubre hasta el día 12 se había llegado a 1.310 boletines. Se trata sin duda de la infracción más frecuente que se da contra la normativa anti-Covid.
Además se han puesto 510 denuncias a locales públicos y usuarios por no cumplir las normas de protección vigentes. La hostelería es uno de los ámbitos en los que más se ha centrado el trabajo policial, con 119 denuncias graves, 80 leves, 71 sanciones a terrazas, la mayoría de ellas por no cumplir la superficie o por no respetar la distancia.
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