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Lola Soriano Pons
Valencia
Sábado, 13 de enero 2024, 23:56
En el Cap i Casal un 40% de los desplazamientos se hacen a pie, un 30% en coches; un 22% en transporte público y un ... 4% en bicicleta y no para de crecer el uso de los Vehículos de Movilidad Personal, más conocidos como los patinetes eléctricos. Así lo confirmó esta semana Francesc Arechavala, director de proyectos de la consultoría Idom, durante una de las mesas de trabajo de la Capitalidad Verde Europea que Valencia ha celebrado en el Palau de la Música.
Cabe destacar que en Valencia se producen más de 3.000 desplazamientos al día en bicicleta y es indiscutible que este medio de transporte no contaminante ha cogido gran protagonismo en la ciudad en los últimos años, sobre todo con la progresiva ampliación de los carriles bici.
Este auge de los velocípedos, por desgracia, también tiene una 'Cara B': El aumento del abandono de estos vehículos de dos ruedas en las calles de los distintos barrios de Valencia.
De hecho, las distintas unidades de la Policía Local de Valencia han tenido que retirar de la vía pública en todo el año 2023 que acabamos de despedir un total de 774 bicicletas.
En la zona centro de la ciudad y sobre todo en puntos como la Roqueta, Pechina, Pérez Galdós, Bailén, San Vicente Mártir o Gran Vía-Fernando el Católico, sumado a zonas como Patraix o Jesús, se han llegado a retirar un total de 415.
Y le siguen de cerca los barrios del Marítimo y de la zona de universidades con cerca de 200 bicicletas más.
En la mayoría de los casos, no se trata de que los propietarios olviden dónde han dejado este vehículo de dos ruedas estacionado, sino que, como explican desde la Policía Local, «estas bicicletas sufren actos vandálicos, les roban una de las ruedas, las dos, la cadena o el sillín» y se quedan enganchadas en los aparcabicis o en el mobiliario urbano.
En otros casos, como detalla Félix, un agente que realiza tareas de retirada, «son también bicis que pertenecen a empresas de alquiler que acaban cerrando y desapareciendo y no han recogido las bicis que los usuarios han dejado en la calle».
Esto a la vez hacía que los ciclistas que querían aparcar sus vehículos, no pudieran hacerlo porque no encontraban espacios libres. Incluso, al parecer, un usuario se quejó por ello ante el Síndic de Greuges.
Las distintas unidades de la Policía Local de Valencia también están muy pendientes de los coches y motocicletas que los propietarios abandonan en las calles de Valencia e incluso tratan de localizar a los propietarios para se hagan cargo del coche. Los agentes revisan si los dueños tienen vigente el seguro y si han pasado la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), ya que si pasan 30 días y no se han retirado, pueden recibir una multa de hasta 2.000 euros por el acta de abandono; otros 800 euros si tienen el seguro caducado y 200 por no tener la ITV. En algunos puntos de la ciudad, sobre todo en los más apartados, se ha llegado a encontrar hasta coches sin ruedas. «Por ejemplo, en la zona próxima del cementerio, detectamos que habían puesto ladrillos para sostener el coche y le habían robado las ruedas traseras para vender el aluminio, ya que las delanteras suelen llevar tornillos de seguridad», indican fuentes consultadas.
En las distintas unidades de Policía de Valencia hacen un seguimiento en los distintos barrios para detectar las bicicletas abandonadas, ya que no se pueden retirar de la vía pública como si fueran enseres, ni tampoco pueden retirarlas desde el servicio 010, sino que se consideran vehículos y, por tanto, tienen el mismo protocolo que los coches o motos en estado de abandono.
«Primero hay que detectar los signos de abandono, si bien en muchos casos es muy evidente porque le faltan piezas, y hay que poner una pegatina de aviso, y hay que esperar 30 días», indican desde el Cuerpo.
Lógicamente hay que apuntar el nombre de la calle, el día y la hora que se localiza para que el tiempo empiece a correr.
Una vez pasado ese plazo, se vuelve a visitar la zona y se retira y se recoge en furgonetas.
En el caso de que sólo quede el cuadro o esqueleto de la bicicleta o no tenga ninguna de las dos ruedas, se lleva a un ecoparque para la chatarra y las que sí están completas, se dejan un tiempo en el depósito, pero existe la opción de realizar la cesión al Ayuntamiento para que directamente se destruya.
Y ojo a los dueños que se localicen de estas bicis abandonadas porque, como en el caso de los coches y motos abandonados, son sancionados por ocupar una plaza que podría usar otro ciclista.
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