Los primeros de la cola para conseguir un palco de la Batalla de Flores

El nuevo sistema de sorteo de los palcos de la Batalla de Flores no ha evitado que un año más se generen colas en la puerta de los Viveros para conseguir uno de los sesenta palcos que saldrán a la venta el sábado por la mañana. La ley obliga a reservar parte de las entradas y, por eso, los que no han tenido la suerte de ser elegidos en el sorteo organizado por la concejalía de Cultura Festiva, han tenido que acudir a Viveros para buscar una segunda oportunidad.

Los primeros de la cola son la familia Padilla, de la falla Mayor-Moraira de Nazaret, que desplegaron el 'campamento' en la tarde del miércoles, a las 20.30 horas. Tendrán que pasar cerca de 61 horas a la intemperie para lograr uno de los preciados palcos.

«Mis tías, Yolanda y Noli, todos los años van a la Batalla de Flores porque les encanta, pero este año tenemos un motivo más, ya que mi hermana, Sabina Padilla García, había participado en la preselección y les toca carroza por el sector», comenta la joven Gemma Padilla. Para hacer más amable la espera no han dudado en llevarse una sombrilla, una garrafa de agua, comida y todo tipo de juegos, desde el parchís a las barajas de cartas.

La segunda de la cola se ha sumado esta misma mañana. Es Asunción Raro, que también tiene motivos especiales para buscar un palco, ya que su hija, la niña Cristina Luján, ha sido preseleccionada. «A mi cuñada, Laura Luján, le encanta la Batalla de Flores y se trae siempre a sus sobrinas, pero este año me he sumado a la cola para que mi familia y la falla, de Barrio San José, puedan tener palco para ver a la niña», indica Asunción Raro.

El tercero en la cola repite por segundo año. Se trata de Vicente Castells, de la falla Zapadores. «El año pasado ya vine y lo pasé fenomenal porque había mucha 'germanor' durante la espera, y este año mi nieta, Valeria.Calderón, ha sido preseleccionada y tengo que conseguir palcos para que podamos verla».

Los siguientes en la lista eran unos falleros de Músico Espí. «Tuvimos suerte porque nos tocaron por sorteo algunos palcos, pero es que muchos falleros y amigas de la niña, Zaira Nácher, quieren venir a verla».

Los presentes en esta cola no entendían por qué este año en lugar de abrir las taquillas el viernes se pospone al sábado, pero a pesar de ello, aseguran que están animados y que esperarán lo que sea necesario.

Cabe destacar que este año el número de palcos que habrá en la Batalla de Flores alcanza la cifra de 500 y que se ha ampliado la capacidad de cada uno, al pasar de seis a ocho personas. Así pues en los palcos habrá un total de 4.000 personas. Esta misma mañana ya se estaba montando la instalación y escenarios en la Alameda.