M. GUADALAJARA
VALENCIA.
Sábado, 11 de septiembre 2021, 23:40
«Nos ponen la diana y con la violencia infunden el miedo, hoy gritamos que no puede haber agresión sin respuesta», reivindicó el portavoz del colectivo LGTB frente a una plaza del Cedro repleta en protesta por la última agresión homófoba que se produjo en la misma zona esta misma semana. Axel, un joven transenxual, denunció haber acabado en el hospital tras una paliza. Este episodio violento es ya el séptimo en la ciudad desde el inicio del verano y las alarmas se han disparado. La Fiscalía de Delitos de Odio advirtió de que estos son sólo los que salen a la luz, la punta del iceberg, porque sólo uno de cada diez episodios violentos homófobos se denuncian.
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La plaza arbolada ya estaba llena antes de las siete de la tarde y las banderas ondeaban entre el público, que se concentraba en el centro. Entre las caras de las centenares de personas que mostraban su rechazo a las agresiones se podía ver también la indignación y la rabia. Algunos incluso, con los rostros pintados o con banderas atadas al cuello, se emocionaban cuando el portavoz recordaba lo sucedido en esa misma zona, en la que han agredido a cuatro personas en los últimos meses, o el caso del joven gallego Samuel tras la brutal paliza homófoba en La Coruña.
En la protesta de la capital participó la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, después de que el gobierno valenciano acordara el pasado viernes sumarse a las movilizaciones convocadas en diferentes puntos de la Comunitat, como Castellón, Gandia y Alcoi.
También el vicealcalde y concejal, Sergi Campillo, asistió a la concentración junto a la concejala de Políticas Inclusivas, Lucía Beamud, que manifestó el rechazo absoluto a las agresiones y pidió unión contra cualquier violencia de este tipo.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Valencia ha aprobado el borrador de la nueva ordenanza de convivencia ciudadana que establece «tolerancia cero» contra cualquier agresión callejera, con el fin de prevenir situaciones que suponen una discriminación por motivos xenófobos, racistas, sexistas, homófobos o de cualquier otra índole. Como indicó el concejal responsable, Aarón Cano, perseguirá conductas que «no caben en una sociedad pacífica», como los recientes casos de agresiones a personas por su orientación sexual o el acoso en la calle, «especialmente si se realiza entre menores o se llevan a cabo sobre personas con discapacidad». Las sanciones pueden llegar a 3.000 euros, siempre que las agresiones no sean constitutivas de una infracción penal.
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