El PSPV exige a Catalá una Zona de Bajas Emisiones «que ataje la elevada contaminación de Valencia»

El PSPV en el Ayuntamiento de Valencia presentará una moción al pleno que se celebrará el próximo martes para exigir al gobierno municipal que adopte una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) «que tenga que tenga como objetivo mejorar de verdad la calidad del aire de nuestra ciudad en consonancia con lo que marca la ley y con las exigencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS)», según explica la concejala socialista María Pérez.

Y es que Pérez opina que la «alcaldesa María José Catalá pretende impulsar una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) sin ninguna medida concreta a aplicar en ningún barrio a pesar de que el informe elaborado por la Universitat Politècnica de València (UPV) ha alertado en un exhaustivo estudio de los elevados niveles de contaminación que sufre la ciudad».

Según manifiesta la edil socialista, «el Partido Popular ha planteado una Zona de Bajas Emisiones de mínimos, en consonancia con las exigencias de Vox, un nuevo socio de gobierno que niega la necesidad de mejorar la calidad del aire de nuestra ciudad».

Y añade que el propio Ministerio de Transición Ecológica «ya ha advertido al Ayuntamiento de que este planteamiento es insuficiente porque no cumple con la legalidad de la Ley de Cambio Climático y que, además, pone en riesgo las ayudas europeas que se han recibido para poner de funcionamiento la Zona de Bajas Emisiones».

Ante esta situación, la concejala ha anunciado que el grupo municipal socialista ha presentado una moción al próximo pleno municipal para exponer la situación real de la calidad del aire de nuestra ciudad con los datos de la Universitat Politècnica de València «que difieren radicalmente de los anunciados por el PP».

Asegura que van a «mostrar los datos reales del estado en el que está la ciudad y que desmienten que en Valencia la contaminación es 'remota' como ha afirmado el concejal para justificar su renuncia a aplicar medidas para reducir la contaminación».

A la luz de este documento de la Politècnica, el Grupo Municipal Socialista afirma que exigirá a la actual corporación municipal «que adopte una Zona de Bajas Emisiones real y que tenga un objetivo claro como es el de mejorar de verdad la calidad del aire».

Pérez ha subrayado que el informe publicado por el Grupo de Investigación de Tecnologías de la Información contra el Cambio Climático de la UPV «desmonta la justificación de Catalá para no aplicar medidas contra la contaminación porque establece que barrios como Ciutat Fallera, Torrefiel, la Roquera, Arrancapins, Vara de Quart, San Isidro y la Fonteta de San Lluis sufren una elevada carga de contaminación«.

Y Pérez añade que el «equipo de investigación, asimismo, reclama que se adopten restricciones porque el 34% de los valencianos soportan niveles de polución por encima de las recomendaciones de la OMS».

Precisamente en el informe de la UPV, realizado desde el Grupo de Investigación de Tecnologías de la Información contra el Cambio Climático, concluyen en un informe que no limitar «el acceso de los vehículos contaminantes en la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) es precisamente no implementar una ZBE, siguiendo los límites de contaminación establecidos por la directiva 2008/50 de la Comisión Europea».

Los investigadores detallan que han venido recogiendo datos desde 2017 y en 2021 publicaron un informe donde se concluía que en 22 de los 69 barrios monitorizados «se superaron ampliamente los niveles de contaminación N02, como principal gas contaminante y referencia de medida en calidad del aire». E implicaba que el «34% de los ciudadanos de Valencia viven en zonas donde la contaminación atmosférica representa un serio riesgo para las enfermedades cardiorrespiratorias».

También se concluía que coincidían «las zonas con alta densidad de tráfico, sobre todo los accesos a la ciudad, con las zonas más contaminadas».

Además, los investigadores de la UPV, en un posterior informe de 2022 detallan que en este nuevo estudio, «hasta el 49% de las mediciones realizadas superaron los límites fijados. Implica que la población de 34 de los 70 barrios monitorizados vive en zonas donde la calidad del aire representa un serio riesgo para la salud».

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