Lola Soriano
Valencia
Martes, 11 de julio 2023, 01:01
Los ladrones han puesto en el centro de la diana el barrio de la Malvarrosa. Como explican los vecinos de calles como la avenida Malvarrosa, Padre Antón Martín, San Rafael o San Juan de Dios rara es la semana en que no aparecen coches reventados, ... con los cristales rotos, y con todas las pertenencias sustraídas.
Publicidad
Como describen los residentes, la situación es tan preocupante, que están sufriendo asaltos en sus comercios e incluso robos en las casas.
Un vecino, de nombre Jesús, explica que todavía tiene el miedo en el cuerpo tras sufrir un robo en su vivienda y no es para menos, ya que estaba durmiendo con su mujer y su hija y se encontró de madrugada con el ladrón en el comedor de casa.
Noticia Relacionada
«Estábamos durmiendo y escuché un ruido en el comedor, encendí la luz y resulta que tenía dentro de casa a un chico, un joven, robándonos. No cogió el bolso de mi mujer que estaba en el comedor, sino que iba a por el ordenador portátil y una tablet».
Además, relata con angustia que este individuo «antes de ir al comedor, había entrado en nuestra habitación mientras dormíamos y no nos habíamos dado cuenta. Desconectó del cargador mi móvil y el de mi mujer y cuando lo vi en el comedor, me abalancé sobre él».
Publicidad
Jesús puso su vida en riesgo, ya que no sabía si el ladrón llevaba algún arma o no y, mientras, su mujer salió al rellano a pedir ayuda a los vecinos«. El ladrón, al ver que se abría la puerta empujó a Jesús y salió a la calle, donde le esperaba un compinche.
La casualidad quiso que a esa hora, sobre las 4 de la madrugada, había una patrulla de Policía Nacional en la avenida Malvarrosa, porque acababan de entrar a robar en un bazar. Al final detuvieron a los delincuentes y el dueño de la vivienda afirma que se ha tenido que poner «rejas en las ventanas y un alarma porque resulta que el ladrón subió por la fachada. Llevaba un gancho, subió al primero y como tienen rejas, se coló en mi casa porque teníamos puesta la mosquitera en el comedor».
Publicidad
El robo en coches aseguran que es el «pan nuestro de cada día». Y a la dificultad para encontrar aparcamiento en el barrio, se suma «que hay que pensarse muy bien dónde aparcas, porque hay determinados puntos donde con mucha frecuencia aparecen ventanas rotas de los vehículos», indica Pepe, un comerciante del barrio.
Casualmente algunos de estos puntos más afectados se encuentran en el entorno próximo a las Casitas Rosa, en calles como San Juan de Dios, un solar pendiente de urbanizar, como es el caso de la futura plaza de Hugo Zárate y Doctor Álvaro López. De hecho, por ejemplo, a mitad de junio, en una misma noche se saquearon cinco coches.
Publicidad
A los robos en casas y coches, se suma también el asalto a comercios. Y como testimonio está el caso de Rafael Navarro, carnicero de la Malvarrosa. «Estaba en el obrador deshuesando un jamón y entró un individuo detrás del mostrador y lo vi abriendo la caja y cogiendo dinero».
Añade que le invitó a que se fuera «y salió andando tranquilamente. Llamé al 112 y fui siguiendo a distancia al ladrón para ir indicándoles la posición, pero al final se metió en las Casitas Rosa y no vi llegar a la Policía».
Publicidad
A todas estas situaciones de inseguridad, se une que en muchos comercios de la Malvarrosa entran individuos que han sustraído tarjetas bancarias y van a las tiendas a intentar hacer compras. El mismo carnicero, Rafael Navarro, explica que un día «vino un chico y me hizo un pedido. Le preparé la carne y, a la hora de pagar, sacó una tarjeta inglesa. Entonces le pedí el DNI y ya vio que no podía justificarlo y se fue y me quedé con el encargo preparado».
Otro comerciante, Enrique Fuster, que está al frente de un estanco, afirma que la situación es insostenible. «A la semana me pueden pasar hasta cincuenta casos de gente que viene con tarjetas robadas. Estamos ya alertados del asunto».
Noticia Patrocinada
Añade que los ladrones «se ve que, como es temporada de verano, se acercan a la playa a robar bolsos y de inmediato, vienen a los comercios para ver si pueden hacer compras con las tarjetas». Y detalla que la pasada semana, incluso antes de abrir la tienda, se acercó al paseo marítimo a pasear a su perro «y entre los árboles vi dos bolsos tirados por el suelo. Porque cogen las carteras y el resto lo dejan en cualquier sitio».
Para tratar de cortar de raíz la situación, este estanquero ha puesto en la puerta de su establecimiento un cartel con letras muy grandes donde deja claro que para las personas que opten por usar tarjetas en el establecimiento, «tienen que presentar el DNI del titular y saberse el PIN». Enrique reconoce que en el barrio «los vecinos estamos cansados de la concentración de gente que roba que tenemos en la zona».
Publicidad
Otra comerciante, Pilar Navarro, pescadera de oficio, explica que precisamente «un señor vino, hizo la compra, y resulta que luego vino la Policía porque se ve que esta persona usó una tarjeta robada».
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.