Los puentes históricos del jardín del Turia se arruinan

Las intervenciones han sido como una gota de agua en la inmensidad de unos de los jardines lineales más grandes de Europa, insuficientes a todas luces para mantener en condiciones el rico patrimonio histórico. Según la concejala popular Julia Climent, el propio servicio de Patrimonio Histórico estima que hacen falta 150.000 euros anuales.

La situación comienza a ser hasta surrealista con auténticos jardines verticales que nacen en las fisuras y rendijas de las piedras sillares, tanto arbustos como plantas que se parecen cada vez más a un árbol por el grosor de las ramas. Eso por una parte, lo que se explica por la fuerte humedad que hay en todas las estructuras. Sólo hay que echar un vistazo al musgo que crece sobre las manchas de humedad.

Las pintadas son también cada vez más notorias, como señalaba este sábado Círculo por la Defensa del Patrimonio. La entidad denuncia el cableado en el puente del Real, con piezas atornilladas a la piedra, una chapuza rectificada por el gobierno municipal y recordó Climent.

«Los puentes históricos del viejo cauce se degradan a marchas forzadas ante la mirada impasible del gobierno municipal», aseguró la edil. El problema es más grave en los protegidos, debido a la obligación de mantenerlos en condiciones idóneas. Se trata de los puentes de San José, Serranos, Trinidad, Real y Mar, que sufren actos de vandalismo con frecuencia.

Según señaló Climent a LAS PROVINCIAS, desde el Servicio de Patrimonio Histórico se estima necesario un crédito mínimo de 150.000 euros para la tramitación de un contrato plurianual de conservación de los pretiles y puentes históricos de la ciudad.

«En concreto, los trabajos a realizar por la nueva contrata municipal, con su valoración económica, son los siguientes: la eliminación de pintadas y grafitis en pretiles, puentes y esculturas en la vía pública (30.000 euros); el mantenimiento de la vegetación en puentes y pretiles (20.000 euros); el cuidado de pretiles y puentes, consistente en rejuntados, saneados y pequeñas reparaciones (60.000 euros); así como la reparación por accidentes y por actos vandálicos (20.000 euros).

«En la actualidad, nuestros puentes históricos no tienen quien los cuide, al no estar adscritos a ninguna concejalía y, sobre todo, al carecer de aplicación presupuestaria y de crédito suficiente para el mantenimiento periódico», declaró la edil. En los últimos años, se ha añadido además el problema derivado de los asentamientos debajo de los puentes, Lo que ocurre en el puente del Real sirve como ejemplo, con tiendas de campaña, colchones y carritos repletos de enseres bajo los arcos, en un intento de los indigentes de protegerse del frío en invierno.

Climent pidió al gobierno municipal que acelere los trámites para sacar «cuanto antes a licitación la nueva contrata municipal, dando así cumplimiento al acuerdo alcanzado en la comisión de Cultura el pasado marzo. Ocho años después de recibir la primera recomendación del Síndic de Greuges (y ya van cinco), el Ayuntamiento sigue sin habilitar una partida económica para mejorar su conservación», dijo.

En su opinión, gran parte de los tajamares del puente de San José se encuentran dañados, con el peligro que supone para los peatones y ciclistas que «circulan a diario por debajo de sus trece arcos. Asimismo, la vegetación ha colonizado los sillares del puente, como consecuencia de las humedades, dañando gravemente la piedra por efecto de la descomposición, la oxidación y por el crecimiento de las raíces». Una situación que se reproduce por desgracia en el resto de puentes históricos, como se observa al recorrer los tramos del jardín del Turia afectados.