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Miércoles, 14 de julio 2021, 20:04
Enfrente del hospital Casa de Salud, se encuentra la floristería La Salud, que también vende flores para fallas cercanas como Duc de Gaeta – Pobla de Farnals. Su dueña, María Teresa Lloscos, cuenta que, tras el confinamiento, todos los vecinos han ido a comprar a las tiendas del barrio, para ayudarse. Observa que el vecindario “ha evolucionado muchísimo”.
PAULA MORENO
Enfrente del hospital Casa de Salud, se encuentra la floristería La Salud, que también vende flores para fallas cercanas como Duc de Gaeta – Pobla de Farnals. Su dueña, María Teresa Lloscos, cuenta que, tras el confinamiento, todos los vecinos han ido a comprar a las tiendas del barrio, para ayudarse. Observa que el vecindario “ha evolucionado muchísimo”.
PAULA MORENO
Enfrente del hospital Casa de Salud, se encuentra la floristería La Salud, que también vende flores para fallas cercanas como Duc de Gaeta – Pobla de Farnals. Su dueña, María Teresa Lloscos, cuenta que, tras el confinamiento, todos los vecinos han ido a comprar a las tiendas del barrio, para ayudarse. Observa que el vecindario “ha evolucionado muchísimo”.
PAULA MORENO
Enfrente del hospital Casa de Salud, se encuentra la floristería La Salud, que también vende flores para fallas cercanas como Duc de Gaeta – Pobla de Farnals. Su dueña, María Teresa Lloscos, cuenta que, tras el confinamiento, todos los vecinos han ido a comprar a las tiendas del barrio, para ayudarse. Observa que el vecindario “ha evolucionado muchísimo”.
PAULA MORENO
Miguel Ángel Prieto es la cuarta generación de una familia de zapateros, y el dueño de la zapatería Calçat i Claus, situada en el barrio de Albors. Tras 33 años en la zona, ha observado que la limpieza de las calles ha mejorado, pero que aún hace falta mayor concienciación de los dueños de las mascotas. “Las calles requieren más limpieza”, declara.
PAULA MORENO
Miguel Ángel Prieto es la cuarta generación de una familia de zapateros, y el dueño de la zapatería Calçat i Claus, situada en el barrio de Albors. Tras 33 años en la zona, ha observado que la limpieza de las calles ha mejorado, pero que aún hace falta mayor concienciación de los dueños de las mascotas. “Las calles requieren más limpieza”, declara.
PAULA MORENO
Miguel Ángel Prieto es la cuarta generación de una familia de zapateros, y el dueño de la zapatería Calçat i Claus, situada en el barrio de Albors. Tras 33 años en la zona, ha observado que la limpieza de las calles ha mejorado, pero que aún hace falta mayor concienciación de los dueños de las mascotas. “Las calles requieren más limpieza”, declara.
PAULA MORENO
Amparo Ortega es la dueña del quiosco Brenda, tienda que abrió en el barrio de Albors hace veintinueve años después de desear durante muchos años tener su propio negocio. Observa que en la zona “hay fincas nuevas pero poca gente cambia”.
PAULA MORENO
Amparo Ortega es la dueña del quiosco Brenda, tienda que abrió en el barrio de Albors hace veintinueve años después de desear durante muchos años tener su propio negocio. Observa que en la zona “hay fincas nuevas pero poca gente cambia”.
PAULA MORENO
Amparo Ortega es la dueña del quiosco Brenda, tienda que abrió en el barrio de Albors hace veintinueve años después de desear durante muchos años tener su propio negocio. Observa que en la zona “hay fincas nuevas pero poca gente cambia”.
PAULA MORENO
Amparo Ortega es la dueña del quiosco Brenda, tienda que abrió en el barrio de Albors hace veintinueve años después de desear durante muchos años tener su propio negocio. Observa que en la zona “hay fincas nuevas pero poca gente cambia”.
PAULA MORENO
Clara Soriano es la dueña de la peluquería CS Estilistas. Abierta hace 18 años enfrente del Mercado de Algirós, siempre ha sido su sueño tener su propio negocio. Desde su tienda ha podido contrastar como la falta de eventos sociales y el miedo al contagio han hecho que la gente no se cortara y tiñera el pelo fuera de casa. A esta falta de demanda se le ha sumado la aparición en Albors de las peluquerías low cost. “El negocio low cost ha aumentado mucho”, afirma.
PAULA MORENO
Clara Soriano es la dueña de la peluquería CS Estilistas. Abierta hace 18 años enfrente del Mercado de Algirós, siempre ha sido su sueño tener su propio negocio. Desde su tienda ha podido contrastar como la falta de eventos sociales y el miedo al contagio han hecho que la gente no se cortara y tiñera el pelo fuera de casa. A esta falta de demanda se le ha sumado la aparición en Albors de las peluquerías low cost. “El negocio low cost ha aumentado mucho”, afirma.
PAULA MORENO
Clara Soriano es la dueña de la peluquería CS Estilistas. Abierta hace 18 años enfrente del Mercado de Algirós, siempre ha sido su sueño tener su propio negocio. Desde su tienda ha podido contrastar como la falta de eventos sociales y el miedo al contagio han hecho que la gente no se cortara y tiñera el pelo fuera de casa. A esta falta de demanda se le ha sumado la aparición en Albors de las peluquerías low cost. “El negocio low cost ha aumentado mucho”, afirma.
PAULA MORENO
Clara Soriano es la dueña de la peluquería CS Estilistas. Abierta hace 18 años enfrente del Mercado de Algirós, siempre ha sido su sueño tener su propio negocio. Desde su tienda ha podido contrastar como la falta de eventos sociales y el miedo al contagio han hecho que la gente no se cortara y tiñera el pelo fuera de casa. A esta falta de demanda se le ha sumado la aparición en Albors de las peluquerías low cost. “El negocio low cost ha aumentado mucho”, afirma.
PAULA MORENO
Amparo Almenar es la dueña de la mercería Almenar, un negocio abierto por sus padres hace setenta años en la Avenida del Puerto. Desde el mostrador de su tienda ha visto crecer un barrio que antes estaba separado de Valencia, y que era más un pueblo que parte de la ciudad. Actualmente, el municipio ha crecido y los vecinos también han cambiado. “Antes conocía a toda la gente”, lamenta.
PAULA MORENO
Amparo Almenar es la dueña de la mercería Almenar, un negocio abierto por sus padres hace setenta años en la Avenida del Puerto. Desde el mostrador de su tienda ha visto crecer un barrio que antes estaba separado de Valencia, y que era más un pueblo que parte de la ciudad. Actualmente, el municipio ha crecido y los vecinos también han cambiado. “Antes conocía a toda la gente”, lamenta.
PAULA MORENO
Amparo Almenar es la dueña de la mercería Almenar, un negocio abierto por sus padres hace setenta años en la Avenida del Puerto. Desde el mostrador de su tienda ha visto crecer un barrio que antes estaba separado de Valencia, y que era más un pueblo que parte de la ciudad. Actualmente, el municipio ha crecido y los vecinos también han cambiado. “Antes conocía a toda la gente”, lamenta.
PAULA MORENO
Amparo Almenar es la dueña de la mercería Almenar, un negocio abierto por sus padres hace setenta años en la Avenida del Puerto. Desde el mostrador de su tienda ha visto crecer un barrio que antes estaba separado de Valencia, y que era más un pueblo que parte de la ciudad. Actualmente, el municipio ha crecido y los vecinos también han cambiado. “Antes conocía a toda la gente”, lamenta.
PAULA MORENO
Alfredo Lacomba es el dueño de la joyería Raquel, abierta hace 24 años en el barrio de Albors. Es de los pocos negocios que aún tiene un taller de reparación propio, lo que ha sido un punto a su favor en los últimos años. Otra ventaja para su negocio ha sido la posición en una zona muy concurrida en la que, según explica, “siempre ha habido bofetadas por los bajos” en la calle Rodríguez de Cepeda.
PAULA MORENO
Alfredo Lacomba es el dueño de la joyería Raquel, abierta hace 24 años en el barrio de Albors. Es de los pocos negocios que aún tiene un taller de reparación propio, lo que ha sido un punto a su favor en los últimos años. Otra ventaja para su negocio ha sido la posición en una zona muy concurrida en la que, según explica, “siempre ha habido bofetadas por los bajos” en la calle Rodríguez de Cepeda.
PAULA MORENO
Alfredo Lacomba es el dueño de la joyería Raquel, abierta hace 24 años en el barrio de Albors. Es de los pocos negocios que aún tiene un taller de reparación propio, lo que ha sido un punto a su favor en los últimos años. Otra ventaja para su negocio ha sido la posición en una zona muy concurrida en la que, según explica, “siempre ha habido bofetadas por los bajos” en la calle Rodríguez de Cepeda.
PAULA MORENO
Alfredo Lacomba es el dueño de la joyería Raquel, abierta hace 24 años en el barrio de Albors. Es de los pocos negocios que aún tiene un taller de reparación propio, lo que ha sido un punto a su favor en los últimos años. Otra ventaja para su negocio ha sido la posición en una zona muy concurrida en la que, según explica, “siempre ha habido bofetadas por los bajos” en la calle Rodríguez de Cepeda.
PAULA MORENO
Tras cincuenta años abierto, el horno Vinuesa es un referente para todo el barrio de Albors y los colindantes. Su dueña, Carmen Cazorla, denuncia la precariedad del sector, y como en su caso se ha visto agravada por el envejecimiento de los vecinos. “El barrio se ha hecho mayor”, declara.
PAULA MORENO
Tras cincuenta años abierto, el horno Vinuesa es un referente para todo el barrio de Albors y los colindantes. Su dueña, Carmen Cazorla, denuncia la precariedad del sector, y como en su caso se ha visto agravada por el envejecimiento de los vecinos. “El barrio se ha hecho mayor”, declara.
PAULA MORENO
Tras cincuenta años abierto, el horno Vinuesa es un referente para todo el barrio de Albors y los colindantes. Su dueña, Carmen Cazorla, denuncia la precariedad del sector, y como en su caso se ha visto agravada por el envejecimiento de los vecinos. “El barrio se ha hecho mayor”, declara.
PAULA MORENO
Tras cincuenta años abierto, el horno Vinuesa es un referente para todo el barrio de Albors y los colindantes. Su dueña, Carmen Cazorla, denuncia la precariedad del sector, y como en su caso se ha visto agravada por el envejecimiento de los vecinos. “El barrio se ha hecho mayor”, declara.
PAULA MORENO
El bar Marvi es uno de los locales más emblemáticos para los aficionados al esmorzaret, y ha logrado serlo después de mucho esfuerzo por parte de la familia Fernández. Su dueño, Tino Fernández, afirma que ahora van al bar personas de todas partes de la ciudad. Nota que al vecindario ha llegado personas inmigrantes y estudiantes, cosa que “hace treinta años era impensable”.
PAULA MORENO
El bar Marvi es uno de los locales más emblemáticos para los aficionados al esmorzaret, y ha logrado serlo después de mucho esfuerzo por parte de la familia Fernández. Su dueño, Tino Fernández, afirma que ahora van al bar personas de todas partes de la ciudad. Nota que al vecindario ha llegado personas inmigrantes y estudiantes, cosa que “hace treinta años era impensable”.
PAULA MORENO
El bar Marvi es uno de los locales más emblemáticos para los aficionados al esmorzaret, y ha logrado serlo después de mucho esfuerzo por parte de la familia Fernández. Su dueño, Tino Fernández, afirma que ahora van al bar personas de todas partes de la ciudad. Nota que al vecindario ha llegado personas inmigrantes y estudiantes, cosa que “hace treinta años era impensable”.
PAULA MORENO
El bar Marvi es uno de los locales más emblemáticos para los aficionados al esmorzaret, y ha logrado serlo después de mucho esfuerzo por parte de la familia Fernández. Su dueño, Tino Fernández, afirma que ahora van al bar personas de todas partes de la ciudad. Nota que al vecindario ha llegado personas inmigrantes y estudiantes, cosa que “hace treinta años era impensable”.
PAULA MORENO
Beatriz Server es fotógrafa y dueña de 7A Estudio, en el barrio de Albors, desde hace diecinueve años. La pandemia ha causado un sorprendente aumento de demanda, pues más personas piden revelar fotografías. Observa que, aunque en Albors vivan estudiantes de alquiler, la mayoría han escogido no regresar en los últimos meses. “Hay mucha zona de estudiantes, pero con lo del confinamiento se ha perdido mucho”, nota.
PAULA MORENO
Beatriz Server es fotógrafa y dueña de 7A Estudio, en el barrio de Albors, desde hace diecinueve años. La pandemia ha causado un sorprendente aumento de demanda, pues más personas piden revelar fotografías. Observa que, aunque en Albors vivan estudiantes de alquiler, la mayoría han escogido no regresar en los últimos meses. “Hay mucha zona de estudiantes, pero con lo del confinamiento se ha perdido mucho”, nota.
PAULA MORENO
Beatriz Server es fotógrafa y dueña de 7A Estudio, en el barrio de Albors, desde hace diecinueve años. La pandemia ha causado un sorprendente aumento de demanda, pues más personas piden revelar fotografías. Observa que, aunque en Albors vivan estudiantes de alquiler, la mayoría han escogido no regresar en los últimos meses. “Hay mucha zona de estudiantes, pero con lo del confinamiento se ha perdido mucho”, nota.
PAULA MORENO
Beatriz Server es fotógrafa y dueña de 7A Estudio, en el barrio de Albors, desde hace diecinueve años. La pandemia ha causado un sorprendente aumento de demanda, pues más personas piden revelar fotografías. Observa que, aunque en Albors vivan estudiantes de alquiler, la mayoría han escogido no regresar en los últimos meses. “Hay mucha zona de estudiantes, pero con lo del confinamiento se ha perdido mucho”, nota.
PAULA MORENO
Toñi Ruiz es la dueña del negocio de reformas TR Decoraciones. Abierto hace veinticinco años, ha notado como las fincas han comenzado a renovarse para acoger a los nuevos inquilinos, como los jóvenes que alquilan pisos en la zona. “Se han acondicionado bastantes viviendas por la zona”, señala
PAULA MORENO
Toñi Ruiz es la dueña del negocio de reformas TR Decoraciones. Abierto hace veinticinco años, ha notado como las fincas han comenzado a renovarse para acoger a los nuevos inquilinos, como los jóvenes que alquilan pisos en la zona. “Se han acondicionado bastantes viviendas por la zona”, señala
PAULA MORENO
Toñi Ruiz es la dueña del negocio de reformas TR Decoraciones. Abierto hace veinticinco años, ha notado como las fincas han comenzado a renovarse para acoger a los nuevos inquilinos, como los jóvenes que alquilan pisos en la zona. “Se han acondicionado bastantes viviendas por la zona”, señala
PAULA MORENO
Toñi Ruiz es la dueña del negocio de reformas TR Decoraciones. Abierto hace veinticinco años, ha notado como las fincas han comenzado a renovarse para acoger a los nuevos inquilinos, como los jóvenes que alquilan pisos en la zona. “Se han acondicionado bastantes viviendas por la zona”, señala
PAULA MORENO
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