Reabren las playas de Valencia para deportistas

A las siete de la mañana el sol se asoma por el mar que a esa hora es una balsa. Por la orilla de la playa de la Malvarrosa reina el silencio, acompañado tan sólo del sonido de las olas. Aún así, podías cruzarte con corredores, ciclistas, personas paseando que se saludan con un «buenos días». Pero también es en esa hora cuando algunos aprovechan la escasa presencia policial para extender una toalla sobre la arena y contemplar el amanecer. Hacen yoga, se estiran, se retuercen y saludan al sol. Otros descalzos, aprovechan para tocar el agua.

A lo lejos, entre boyas, se pueden ver nadadores, no más de tres personas. Otros eligen el paddle surf, y reman con las palas hacia el espigón de la Marina. Es allí donde se concentra más gente; un grupo de jóvenes sentados en el mismo espigón ven llegar a los nadadores, que calientan frente a ellos justo antes de entrar al mar.

Contrasta que ondeen las banderas rojas a lo largo de la playa aunque se recupere de nuevo el trasiego habitual, algo que recuerda esa normalidad previa al virus. Se han abierto las restricciones pero con horario limitado para los deportistas. Así lo anunció la concejalía de Deportes en Valencia. Se marcan dos lugares desde los que se puede acceder al mar: el primero junto a la Marina, donde está mañana se han producido la mayoría de las entradas desde primera hora. El otro, con menor afluencia, frente polideportivo de la Malvarrosa, próximo al hospital. Aunque también existe otro punto de entrada, en el espigón más próximo a la playa de la Patacona.

A las ocho la policía recorre la arena controlando el cumplimiento de estas normas. Disuelve al grupo de jóvenes sentado en el espigón y advierte a aquellos que están sentados frente al mar. También informa a otros tres deportistas que se preparan para entrar a nadar: «Hasta las diez». Son cuatro horas, la misma franja que la permitida para que los adultos puedan salir. Llevan gorro y una pequeña boya naranja, material obligatorio para practicar el deporte.

En la Marina algunos clubs deportivos ya tiene sus puertas abiertas. Se preparan para repartir el material. En el mismo canal también se permite la práctica de deportes acuáticos. Paddle surf, kitesurf, flyboard o piragüismo. Entre los barcos amarrados aparece una pareja de piragüistas. En el acceso al canal, un joven trata de practicar con una tabla de foil surf, con la que no necesita de olas para surfear. Él es monitor en una de las escuelas y explica que hace días que reciben llamadas de clientes pidiendo información para el alquiler de material.