![El rebaño de ovejas que pasta al lado de la autovía V-30](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202208/07/media/-ARL6233.jpg)
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M. GUADALAJARA
Domingo, 14 de agosto 2022, 00:31
Sólo queda un rebaño de ovejas guirras, la raza autóctona valenciana, en activo en la zona. Bien podría ser el que se ha visto pastando ... en el nuevo cauce del río Turia, junto a la autovía V-30. Este ganado, siguiendo las pautas de su pastor, ha estado campando a sus anchas y disfrutando del lecho fluvial, ahora sin agua pero con abundancia de hierba y matojos, justo a la altura de las poblaciones de Quart de Poblet y de Xirivella.
Esta imagen es típica de cada verano. Es durante la época estival cuando suele producirse esta estampa: un pastor de la provincia accede al cauce a la altura de Quart de Poblet, por la pasarela que cruza el río Turia y que permite el acceso a la orilla del río. Lo han visto con sus propios ojos vecinos de la localidad cruzando a través de un parking y de las calles del pueblo. «Están de paso... Hay pastor que con su rebaño recorre el contorno y algunos días pasa por el río y campos cercanos, no sabemos desde dónde vienen, pero llevan años haciéndolo», comenta la alcaldesa de Quart de Poblet, Carmen Martínez.
Este pastor guía a las ovejas a esas áreas próximas al Turia que están repletas de hierba, con lo que además contribuyen a mantener limpio el cauce. «Es muy buena idea, hay pasto para ellas y mantiene más despejado el cauce; la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que es el ente encargado, lo permite», dice Salvador Piqueras de la plataforma medioambiental H2O.
Fuentes del Ayuntamiento de Xirivella confirman que es habitual ver al rebaño por estas fechas. «No deja de sorprender esta imagen tan chocante, al lado de la carretera; es la CHJ quien lo autoriza, y está bien», añaden las mismas fuentes del consistorio de la localidad.
Nadie es capaz de confirmar si se trata del último rebaño de la citada raza ovina, la guirra, pero lo cierto es que el propio Ayuntamiento de Valencia así lo confirmó. «Sólo queda un rebaño en activo en el término municipal de Valencia, puesto que en los últimos diez años han desaparecido tres rebaños de ovejas y cabras, y todo hace pensar que han sido expulsados por la elevada presión urbanística de sus alrededores», dijo la entonces concejala delegada de la Huerta, Consol Castillo, el mismo año en el que se firmó el convenio con La Unió de Llauradors i Ramaders con la intención de dinamizar la actividad ganadera en el término municipal e introducir la ganadería ovina en el nuevo cauce.
De poco ha servido cuando aún sorprende entre los autóctonos que este hombre acceda al nuevo cauce para que su ganado paste junto al río y, más aún, cuando sigue siendo el único en hacerlo. Pero como se suele decir, la intención es lo que cuenta; gracias a la trashumancia del pastor y su rebaño se puede conservar algo mejor la zona, que está seca y llena de hierbajos.
La llaman la nueva agricultura urbana, un término que pretende recoger algunas acciones como estas, que son las menos, pero que podrían resultar beneficiosas para las partes interesadas. Recurrir a los rebaños de ovejas o cabras para deshacerse de la maleza no es nuevo, hace años que estos animales se han unido a las brigadas de limpieza y a las forestales, como una unidad más.
En Portugal los ganados de cabras han servido para la prevención de incendios durante muchos años, sobre todo después de la ola de fuegos que asoló el centro del país, en Pedrógão Grande. Desde entonces el gobierno portugués aprovechó a los pastores de cabras para que sus animales se comieran los campos abandonados y pudieran servir de cortafuegos. Nueva York también contrató cabras para limpiar uno de sus grandes parques en la ciudad; el pastor consiguió que despejaran el Prospect Park. Otra de las primeras ciudades en llevarlo a cabo fue Roma, cuando el consistorio consultó a la ciudadanía sobre su intención de usar rebaños para cortar la hierba de sus parques y obtuvo el beneplácito de la mayoría.
Puede que sea justo eso lo que necesita el nuevo cauce del río Turia, sobre todo algunas de las zonas más transitadas del Parque Fluvial. En el tramo principal de esta ruta, donde da comienzo en la ciudad, el riesgo de incendio es palpable y ante la escasa conservación que se realiza en esta senda, el pastoreo podría ser la mejor solución. Y quién sabe si, además, de esta manera se podría salvar la oveja autóctona, la guirra, una especie que está en peligro de extinción.
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