La rebelión de los 'iaios' en el barrio de Exposición de Valencia

«Señor Ribó, esta plaza no es turística, es de buen barrio y queremos la comodidad de disfrutar del sol los pocos días que nos quedan de vejez. Si usted fuera tan amable no nos cambien los bancos con respaldos y que no sean de hormigón, los queremos de madera que el sol no los calienta», reza uno de los carteles colocado sobre uno de los bancos que se van a retirar. «Señor Ribó, este barrio acepta de todo pero los bancos para las personas mayores no se cambian», se lee en otro.

Fuentes de la concejalía de Ecología Urbana, que es la encargada del proyecto de remodelación de la plaza, han señalado este lunes que los bancos con respaldo se van a mantener en la plaza y apuntaron que la obra no está terminada. «Vamos a poner más bancos con respaldo y un apoyo para las personas que no pueden sentarse en bancos. Vamos a hacerla más accesible que antes. Que nadie se preocupe porque vamos a dejar todos los que había. Que deje de intoxicar el PP», ha indicado Sergi Campillo, concejal delegado.

Antes, el Partido Popular del Ayuntamiento de Valencia había pedido al alcalde que reconsiderara el mobiliario urbano que va a instalar en la plaza Polo de Bernabé y atienda a las quejas que han surgido entre los vecinos y usuarios que se han convertido en pancartas y carteles explicando las críticas de la renovación porque los bancos de madera con respaldo van a ser sustituidos por bancos de hormigón sin respaldo. Para la concejal del PP Marta Torrado, «la remodelación de la plaza y renovación del mobiliario es más que necesaria debido al mal estado en que se encuentran, pero pedimos al Consistorio sensibilidad con nuestros mayores que son los que han expresado sus quejas al ver los bloques de hormigón que les van a colocar en lugar de los bancos con respaldo».

En este sentido, ha recordado que en esta misma plaza se ubica la Oficina de la Defensora de las Personas Mayores por lo que «además de las personas mayores que utilizan esta plaza porque acuden con sus nietos a los juegos infantiles hay que sumarles los vecinos que tienen cita con la defensora y también disfrutan del parque». La defensora, Susi Pérez, ha confirmado este lunes que va a ponerse en contacto con la concejalía de Ecología Urbana tras ser avisada por LAS PROVINCIAS de la polémica y constatar el malestar en el barrio. «Deberían pensar también en los mayores cuando revisan el mobiliario urbano», ha indicado Pérez, que tramitará la queja también a través de la concejalía de Envejecimiento Activo. Fuentes de este departamento, por cierto, recordaron que las normas de accesibilidad obligan a mantener una determinada cantidad de bancos con respaldo en cualquier obra municipal.

El proyecto de remodelación de la plaza Polo de Bernabé se ha realizado gracias a una propuesta del Partido Popular en los presupuestos participativos y asciende a un importe de 80.000 euros. El grupo municipal popular anunció ayer que se van a presentar preguntas en la próxima Junta Municipal de Exposición.

Desde Ciudadanos también han cargado este lunes contra el equipo de Gobierno por esta cuestión. «Hacen gala una vez más de la falta de empatía hacia la situación de las personas mayores. No pueden escudarse en el desconocimiento porque este mismo aspecto fue muy contestado por los vecinos de más edad tras la remodelación de la plaza de la Reina. Y ahora se repite la misma historia. ¿Es que Ribó no es capaz de entender que unos bancos de hormigón son un verdadero tormento para cualquier persona mayor?», ha explicado el portavoz municipal, Fernando Giner.

«El Ayuntamiento anunció a bombo y platillo hace poco más de un mes la remodelación de la plaza Polo y Bernabé, con un presupuesto de más de 60.000 euros. Es mucho dinero para no pensar realmente en los vecinos y, más concretamente en los mayores como principales usuarios de esta plaza, cuando, además, se trata de una obra que surge de los presupuestos participativos», ha indicado Giner.

«Exigimos que reconsideren el proyecto y sustituyan los bancos previstos por otros que realmente sean de utilidad para las personas mayores. ¿De qué sirve remodelar una plaza si luego no a poder ser disfrutada por sus vecinos?«, ha concluido Giner.