«No son accidentes de tráfico, son delitos»

«Mi hijo Enrique tenía 16 años. Se dirigía con un ciclomotor a un partido de fútbol de juveniles en Xirivella un domingo, cuando una furgoneta en un cruce se saltó el semáforo y lo embistió. Murió en el acto». Con este desgarrador relato contaba Soledad Ortega como cambió su vida por completo de la noche a la mañana. Su hijo se convirtió en un número más que se añade al listado de fallecidos por accidentes de tráfico, una lacra que durante el último año se cobró la vida de 1.533 personas, 140 de ellas en la Comunitat.

José Marco también perdió a un ser querido por culpa de un coche. «En un cruce de avenidas, mi sobrino Carlos iba en su dirección. En sentido contrario venía una persona en su coche, que luego se escudó en que no conocía la ciudad. Giró en el sentido que venía Carlos habiéndose pasado dos señales de prohibido girar a la izquierda. Giró tarde, llevándoselo por delante. Venía tranquilamente y se lo llevó», cuenta visiblemente emocionado.

Ayer, con motivo de la celebración del día mundial en recuerdo de las víctimas de los siniestros de tráfico, se celebró el anual acto en la plaza del Ayuntamiento, en el que decenas de familiares se acercaron para poner nombre y rostro a esas cifras con un mural repleto de fotografías de los que ya no están. También hubo recuerdo para los más de 7.000 que resultaron heridos en 2021 con lesiones irreversibles, que en ocasiones quedan en el olvido. El acto organizado por la plataforma Stop Accidentes contó con una emotiva ofrenda floral acompañada de un minuto de silencio donde varios de los asistentes no pudieron contener las lágrimas. Autoridades políticas, de la Guardia Civil y de otras entidades acudieron para unirse a la iniciativa.

«No son accidentes, son delitos», afirman los organizadores. Se argumenta que todo aquello que supone una muerte o una lesión grave no es fruto de algo casual, sino que es porque alguien no cumple la ley. Proponen una modificación del Código Penal que permita determinar unos tipos legales agravados, además de la creación de unos juzgados especializados en materia de violencia vial, término que acuñan para describir las tragedias que ocurren al volante.

Ana Novella, presidenta de la plataforma, definía así la importancia de este acto: «Detrás de cada número hay una persona con una vida truncada. Ya sea porque ha fallecido o porque ha quedado malherida de por vida. Queremos que la sociedad se conciencie de lo que conlleva el no hacer un buen uso del vehículo, porque las consecuencias son muy graves. La gente dice «yo controlo», pero ocurre. Y cuando pasa, es un antes y un después».

«Exigimos que se cree un organismo estatal de atención para las víctimas, con un número de teléfono único para que se preste la ayuda necesaria con el fin de proteger a las familias. Porque ser víctima no se supera, solo se aprende a vivir con ello», señalan. También pusieron el foco en la falta de revisiones de los permisos de conducir, más control policial y sanciones duras.

Se instará además al Ayuntamiento para que construya un monolito en recuerdo a las víctimas, para que Valencia tenga un sitio físico donde poder rendir homenaje a los fallecidos.

A través del hashtag #uncompromisoconlavida, Stop Accidentes ha permitido a los familiares incluir una fotografía de sus seres queridos que perdieron la vida en la carretera, acompañándola con un mensaje que quede para la posteridad en el mural creado. Durante el acto, se ha reivindicado la importancia de la educación vial, especialmente desde temprana edad. Las distracciones, sobre todo las provocadas por los teléfonos móviles, siguen siendo una de las principales causas de los accidentes de tráfico, algo que se sigue sin tratar como es debido por parte de la justicia.

El Concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, quiso unirse en el homenaje a las víctimas y recordó que la ciudad se ha adaptado para aumentar la seguridad vial. «Necesitamos más educación. La gente debe saber que hay que respetar la vida. Bajar la velocidad nos hace mejores a todos. Tenemos una nueva ordenanza de movilidad que plasma el hacer una ciudad más segura, accesible y acogedora para todos. No pasa nada por llegar cinco minutos más tarde, no hay que correr. Espero y deseo que el año que viene cuando celebremos esta jornada de recuerdo, podamos celebrar que tengamos menos víctimas y más personas que estén a nuestro lado», señaló.

«La tecla para bajar los accidentes es la formación y la educación, no hay otra. Todo el mundo que ha sido sancionado por alcoholemia sabía que no podían beber y coger el coche. Aún así lo hicieron. Hay gente que comete otras infracciones como saltarse una señal o conducir con auriculares y argumentan que no lo sabían. Pero todos saben que no pueden beber alcohol y aún así conducen«, destacó Juan Carlos Muñoz, el presidente de la Asociación Valenciana de Autoescuelas.

«En España no es necesario ir a ningún curso teórico para sacarse el carnet de conducir. Cuando uno se saca el carnet de conducir va a la autoescuela un par de meses, a unos les cuesta un poco más que a otros, y para toda la vida ya tienen conocimientos. Pueden estar 60 años conduciendo con los conocimientos que adquirieron entonces. Los vehículos de hoy en día no tienen nada que ver con los antiguos y no hemos formado en nada. Preguntamos a la gente y muchos no tienen conocimiento de las señales básicas. Los coches cada vez son más tecnológicos y tienen más dificultad para conducirlos y les dejamos que vayan con los conocimientos que adquirieron hace décadas», añadió.

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