La reforma de una calle junto al Mercado Central se quedará a medias si no retiran una valla

Medio metro separa a una valla gris de la fachada de un edificio en la calle Liñan. Medio metro calle que podría quedar intacto pese a que en la zona las máquinas ya trabajan en levantar el suelo para colocar el nuevo pavimento del proyecto de reforma del entorno del Mercado Central.

Los operarios y el arquitecto que dirige la obra ya advirtieron a los vecinos de la zona: «vamos a tener que seguir adelante porque tenemos un plazo previsto para terminar». Los vecinos y comerciantes tomaron cartas en el asunto, y no han dejado de enviar cartas por registro de entrada al Ayuntamiento, sin éxito.

Esa valla gris y grafiteada lleva años ocupando un tramo de la calle. La propietaria de un edificio en rehabilitación la colocó por el peligro de desprendimiento y para evitar la caída de casquetes. Pero con las obras de la reforma del entorno no se retiró la valla.

Ahora que los obreros trabajan ya en la zona está casi a punto de terminar, queda cambiar el pavimento de varias calles, entre ellas la de Liñan, pero la empresa propietaria sigue sin retirar esas valla que podría dejar al menos un hueco de medio metro por terminar.

Los vecinos y propietarios de los bajos comerciales están hartos de avisar al consistorio. Creen que si los trabajos avanzan nunca se pavimentará ese trozo de calle y quedará un desnivel. Advierten que podría ocasionar accidentes, dejar encharcada la calle y que a la larga podría suponer «un engorro». A parte de la diferencia estética que dejará, han denunciado.

Según aseguran, hace más de 20 años que el edificio está en este estado, lo que les desagrada. «Con esta valla y el hueco del deslunado que deja, puedan acceder a las viviendas y a comercios, podrían retirar la valla que ya no hace función y poner una red para evitar que entren», dice uno de los residentes.

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