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 Restos en una escombrera de Valencia, el jueves. En la parte inferior derecha de la imagen, la construcción demolida en 1963.

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Restos en una escombrera de Valencia, el jueves. En la parte inferior derecha de la imagen, la construcción demolida en 1963. J. Signes / archivo fundación goerlich

Restos de la plaza del Ayuntamiento de Goerlich, tirados en un vertedero

Trozos de columnas, balaustradas y más piezas del mercado de flores están entre matorrales desde el desmontaje de 1963

Paco Moreno

Valencia

Domingo, 21 de febrero 2021, 01:30

Están en la periferia de Valencia, en un lugar que la Fundación Goerlich y LAS PROVINCIAS deciden no desvelar para evitar cualquier intento de expolio o vandalismo. Los restos del antiguo mercado de flores, el elemento más característico de la plaza del Ayuntamiento diseñada por el arquitecto Javier Goerlich y que estuvo «en servicio» desde 1933 hasta 1963 están abandonados entre matorrales, montones de tierra y residuos en un solar de propiedad pública.

Al menos fragmentos de tres a cinco de las 18 columnas que formaban el columnario del mercado, excavado en el subsuelo, aunque escondidas en la tierra puede haber mucho más. Andrés Goerlich, presidente de la Fundación Goerlich, apunta la posibilidad de que haya balaustradas, pavimentos, remates de columnas o cualquier otro elemento recuperable tras su limpieza.

El hallazgo para los investigadores corrió a cargo de Lluis de Manuel en febrero de 2020, cuando hace justo un año recibió una llamada que le advertía de la presencia de restos arquitectónicos en gran cantidad. Fue, recordó este jueves, uno de los seguidores de su página web «Passejant València amb ulls curiosos», donde recoge todo tipo de historias sobre el pasado patrimonial de Valencia.

Las piezas se encuentran en un solar sin ningún tipo de vigilancia ni conservación, a la intemperie

El acceso estuvo algo complicado, aunque enseguida se dio cuenta de que las columnas aparecidas entre los matorrales eran del desaparecido mercado de flores. Contactó con Andrés Goerlich, Tono Giménez y el portavoz de Círculo por la Defensa del Patrimonio, César Guardeño, quienes verificaron la procedencia. Este último dijo este jueves que envió una comunicación al Ayuntamiento para que se hiciera cargo de los restos patrimoniales, bien en un almacén o colocándolos en un espacio público digno.

Guardeño apuntó el jueves que los restos del mercado de flores deberían ser reubicados en la propia plaza del Ayuntamiento, a modo de homenaje a Javier Goerlich. «La fuente y las columnas», señaló, mientras Andrés Goerlich aboga porque la futura obra de reurbanización deje un espacio «del siglo XXI», para llevar los restos patrimoniales a un tramo del jardín del Turia.

La concejalía de Participación ya ha entregado el resultado del proceso ciudadano que marcará el concurso de ideas para la reforma de la plaza. Hay pocos elementos que se deban mantener salvo la gran explanada central para las mascletaes, la fuente y la estatua de Francesc de Vinatea, junto con la ubicación de los puestos de flores. Todo lo demás se deja al libre albedrío de los despachos de arquitectura que participen en el concurso.

La noticia de la aparición de los restos del mercado de flores se produce un día después de que la Fundación Goerlich desvelara que cuatro bancos de piedra y una columna se encuentran en jardines de Paiporta, con toda seguridad trasladados desde la escombrera citada. La primera es la mayor agrupación de mobiliario urbano de la plaza del Ayuntamiento hasta ahora.

Otros están perfectamente localizados y forman parte del mantenimiento habitual de la contrata de conservación de monumentos. La fuente original e sitúa en la avenida Constitución, a la altura de la marginal izquierda del viejo cauce. Una de las columnas está en el límite entre Mislata y Valencia, en la avenida del Cid y utilizada a modo de mojón de término. La relación se completa con las columnas reutilizadas en el monumento als maulets, en la avenida Reino de Valencia. Seguramente habrá alguna más todavía sin documentar, a la vista de lo sucedido esta semana en Paiporta. De todas, la situada en Mislata es la peor conservada, junto a un arbusto y una papelera, amén de varias pintadas en la piedra.

La fundación Goerlich tiene en una red social toda la colección de fotografías, las reciente pertenecientes en su mayor parte a Tono Giménez, y las antiguas del propio Javier Goerlich. «Mi tío fotografiaba todas sus obras, lo tenía todo documentado», señala Andrés Goerlich acerca de la imagen antigua que ilustra esta página.

La fundación está embarcada en defender la memoria y la obra de Goerlich. La plaza del Ayuntamiento es uno de sus retos principales, aunque también otras obras como la conservación del antiguo cine Metropol, en la calle Hernán Cortés. Una empresa presentó hace años una petición de licencia para demoler la finca y construir un hotel, aunque el Ayuntamiento negocia para que al menos quede alguna referencia de la obra original, incluso utilizar la normativa sobre la memoria histórica dado que la sala fue utilizada en la Guerra Civil como lugar de eventos organizados por un instituto público.

Paiporta se ha comprometido a mejorar el mantenimiento de los bancos de piedra que hay en sus jardines

Acerca del nivel de protección de los restos, es seguro que los situados en la escombrera carecen del mismo, dado que en ese caso no estarán tirados a la intemperie y en unas pésimas condiciones de conservación. Los almacenes del Servicio de Investigación Arqueológica Municipal tienen en el polígono Vara de Quart incluso salas donde se guardan piezas con control de temperatura.

Jardín del Turia

En el viejo cauce hay un tramo donde ya se guardan restos patrimoniales, aunque sin darles ningún valor. Proceden de las excavaciones arqueológicas de la plaza de la Almoina y se ubican en el tramo a la altura del Museo de Bellas Artes. Se trata de piezas descartadas en la exposición del centro arqueológico y que literalmente fueron amontonadas o incluso utilizadas a modo de bolardos.

En el caso del antiguo mercado de flores, el Ayuntamiento no ha tomado todavía ninguna iniciativa. El Consistorio de Paiporta sí se ha comprometido a mejorar el mantenimiento de los bancos de piedra y la columna que decoran algunos de sus jardines y calles.

Andrés Goerlich comentó que después de esperar un año, es el momento de que el Consistorio decida sobre los restos del mercado. Mientras, seguirán degradándose y haciendo más difícil su recuperación en un futuro enclave donde las piezas sean agrupadas.

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