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Un crucero, en la terminal de pasajeros de Valencia. ADOLFO BENETÓ

Las restricciones a cruceros de Catalá vetarían tres de cada cuatro barcos

La alcaldesa propone limitar la llegada a navíos de más de 750 pasajeros que no hagan noche en la ciudad

Jueves, 20 de junio 2024, 00:27

La limitación de los megacruceros que propone la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, afectaría a tres de cada cuatro cruceros. Se sabe ahora ... porque fue este miércoles cuando la primera edil habló de que le parecen interesantes los barcos con hasta 750 pasajeros o que hagan noche en la ciudad y, por tanto, más gasto.

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Catalá ha hecho este miércoles, en un acto organizado por El Mundo, una defensa rotunda del turismo: «Todo, sí, siempre, pero de calidad y sostenible desde el punto de vista social y medioambiental». Para ello ha puesto como ejemplo del tipo de turismo de cruceros «interesantes» para la ciudad aquellos que atracan «con 750 pasajeros, hacen puerto hub en Valencia, consumen servicios en Valencia, hacen compras en Valencia y tienen una escala bastante interesante». Por contra, ha mostrado su rechazo a los cruceros «masivos, con escalas cortas, que no consumen en la ciudad y que no generan un impacto positivo económicamente en la ciudad». «Vamos a ser selectivos», ha concluido, después de recordar la limitación técnica a esta actividad que supondrán las obras de la ampliación de la terminal norte del puerto.

Con el 'planning' de escalas en la mano, sólo 54 de los 272 cruceros que llegan a Valencia en 2024 tienen menos de 750 pasajeros. En 2025 son 91. Esto quiere decir que solo entre el 22 y 25% de los barcos que traen visitantes caen dentro de los parámetros de la alcaldesa, dado que la mayoría de escalas dejan en la ciudad miles de pasajeros en cada una de ellas. Así, hasta tres de cada cuatro escalas se podrían ver afectadas por esta limitación, aunque los parámetros se definirán posteriormente tras varias reuniones con el sector y la Autoridad Portuaria.

La primera edil, por cierto, también ha ha reafirmado su apuesta por contar «con unas reglas claras» y ha detallado las últimas medidas municipales contra la proliferación de apartamentos turísticos irregulares, como las 300 inspecciones, el triple que en 2022 y 2023 en todo el año, y las 200 órdenes de cierre. «Pretendemos un turismo de calidad y sostenible. No queremos llegar a la situación de Barcelona, que ha llevado un mal camino en la gestión del turismo. No queremos la masificación en los barrios», ha destacado.

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