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El 2020 ha llegado casi de sopetón para una EMT en la que el fraude sufrido en septiembre ha monopolizado el debate sobre el transporte público en el que está inmerso Valencia. El año nuevo trae problemas viejos para la EMT, con la impuntualidad y la falta de transparencia como principales caballos de batalla para una entidad que encara el ejercicio con las importantes modificaciones en las líneas del centro que traerá aparejada la peatonalización de la plaza del Ayuntamiento.
LAS PROVINCIAS ha hablado con entidades vecinales, de consumidores y comerciantes, así como con los propios trabajadores de la empresa, que han puesto 'deberes' a la EMT. Este diario ha intentado recabar la opinión de la dirección a lo largo de la semana pero no ha sido posible. Todos los colectivos y organismos consultados coinciden en destacar que determinados problemas se cronifican. Hablan de poco diálogo con la sociedad civil, pocas frecuencias y que determinadas líneas (la 25 está en boca de todo el mundo) dan un servicio deficitario que complica la conexión de los barrios y las pedanías del sur. Con estos mimbres, no es extraño que las entidades consultadas pidan a la empresa una mesa de diálogo o, al menos, una comunicación más fluida que permita disponer de la información de las modificaciones que estudia sobre todo cuando estas afectan a recorridos importantes o a muchos de ellos, como ocurrirá con la más que inminente peatonalización de la plaza del Ayuntamiento.
Los trabajadores de la EMT reclaman de la empresa más inversiones para mejorar la red nocturna y una tabla de servicio que dé más cancha a los conductores para completar los recorridos en los plazos que marca la entidad. El presidente del comité de empresa, Gabriel de las Muelas, reconoce que la plantilla ha aumentado en los últimos años pero pide a la EMT que garantice «que diariamente salga a trabajar todo el servicio programado, se cumplan los horarios y frecuencias programadas, respetando los derechos firmados para los conductores en convenio colectivo referente a los descansos en finales de línea». De las Muelas también pide a la empresa que coordine «el servicio nocturno con horario suficiente para cumplir las frecuencias de paso, recuperando la coordinación de dicho servicio en la plaza del ayuntamiento y facilitando los transbordos de los usuarios del servicio nocturno. Si esto lo conseguiremos mejoraremos la satisfacción de nuestros trabajadores y usuarios». Además, el representante de los empleados pide duplicar algunas líneas nocturnas, mejorar el servicio de la 25 y crear una que recorra la ronda norte de manera similar a como lo hace la 99 con el Bulevar Sur para dar más servicio a barrios como Orriols o Benicalap.
Los comerciantes del centro de la ciudad reclaman que la EMT mejore las frecuencias de sus líneas, sobre todo los fines de semana, y que aumente la información que facilita la empresa a la sociedad civil respecto a los cambios que plantea en la red, habida cuenta de las peatonalizaiones que se plantean este mandato en plazas como la del Ayuntamiento o la de la Reina. «Hay que asegurar la accesibilidad al centro de la ciudad. Y si vas a limitar el acceso en vehículo privado, debes incrementar el acceso en transporte público, tienes que dar oportunidades y posibilidades alternativas a la población», explica Rafael Torres, presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico y del Ensanche. El empresario asegura, en este sentido, que es importante mejora la frecuencia los sábados, el «día de compras por excelencia»: «Resulta que la frecuencia de la EMT es inferior un sábado que un lunes. Esto no tiene ningún sentido, y aún menos cuando vamos a peatonalizar grandes espacios en el centro. Hay que aumentar frecuencias y hacerlas más eficientes. No lo son, diga lo que diga la empresa». Torres critica que en la empresa «falta transparencia, información, participación en las decisiones de colectivos afectados por las medidas: vecinos, comerciantes, etc... No vale cocinar todo en privado, tomar decisiones de forma unilateral y obligarte a digerirlas».
El secretario de la Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana, Vicente Inglada, pide a la empresa que se centre en solucionar la falta de puntualidad y los problemas de información de que adolece la compañía. «Tienen que asumir un compromiso claro de puntualidad que resuelva a la ciudadanía sus problemas de transporte y le permita en el menor tiempo posible conectar todos los barrios de la ciudad», dice Inglada, que critica que las líneas que dan servicio a barrios de la periferia, así como a las pedanías, «tienen que mejorar sus frecuencias o al menos coordinar mejor los horarios». «Hace falta una autentica planificación con el área metropolitana y un trabajo coordinado con la Autoridad de Transporte Metropolitano para actuaciones conjuntas pero sin protagonismo de nadie», demanda Inglada. Además, el secretario de los consumidores lamenta que las líneas nocturnas «no cubren las necesidades de los usuarios y las frecuencias no se corresponden con las necesidades. Hay que planificar mejor los horarios y llegar a zonas de la ciudad donde ahora mismo no llegan». Otra de las peticiones que se repiten entre las distintas asociaciones y entidades contactadas para este reportaje es la de más transparencia en el seno de la EMT. «Hay que crear organismos de participación en la EMT como una mesa de trabajo con usuarios y clientes en las que estén representadas las asociaciones de usuarios y consumidores para consultar la política de horarios de precios y de rutas y necesidades», dice Inglada, que también exige más transparencia a la empresa, dado que en su opinión es «evidente» que ha de mejorar en este aspecto. «Está claro que los protocolos que tienen establecidos no funcionan bien o están mal planificados pero negar lo evidente sería tirarse piedras», indica.
El presidente de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu), Fernando Móner, cree que la EMT necesita este año «solucionar los problemas que lleva arrastrando al mismo tiempo que intentar responder a las expectativas de los consumidores». «En 2020 tiene que planificar bien y hacerlo no sólo de manera interna sino a través de reuniones o información que pueda ofrecer a vecinos y consumidores», señala Móner, que insiste en que en la entidad «tiene que haber suficiente personal para que no haya problemas de frecuencia». «Las bajas han de estar cubiertas en este tipo de trabajos y lo más importante es que hable con la Federación de Asociaciones de Vecinos y con Avacu para darnos respuesta de lo que nos dicen los residentes respecto a los barrios que necesitan más autobses o al nivel de contaminación y antigüedad de los vehículos», señala Móner. El máximo dirigente de Avacu se ofrece a informar a la empresa «de los problemas de circulación por el exceso de carriles bici, lo que ocurre en avenidas como Reino de Valencia». Móner demanda que la EMT sea «mucho más transparente de cara a la sociedad». «Para eso, ha de pedir más ayuda a la sociedad civil para responder a las necesidades de los ciudadanos en Valencia», comenta el máximo dirigente de Avacu, que estará pendiente del funcionamiento de la EMT a lo largo de un 2020 que se adivina complicado.
Probablemente la entidad que más se ha enfrentado a los actuales gestores de la EMT desde 2015 ha sido la Federación de Asociaciones de Vecinos. Tras los cambios en las líneas y la creación de nuevos trayectos, la entidad que representa a más residentes de la ciudad ha reclamado en múltiples ocasiones a la EMT más información y más colaboración, ofreciéndose varias veces para debatir las modificaciones antes de que se pusieran en marcha. Pero todo ha sido en vano, lo que llevó a varios barrios, como Malilla o la Olivereta, a enfrentarse abiertamente a la EMT por el abandono al que se veían sometidos. Tania Cortés, vocal de Movilidad de la entidad que preside María José Broseta, reclama a la entidad que ponga «más autobuses por línea» para «reducir tiempos de espera» y las colas en las paradas. Además, exige que la empresa «cumpla con la Ley de Accesibilidad Universal». Cortés también pide que la EMT «mejore la forma que tiene de controlar su dinero», en referencia al fraude del que ha sido víctima la empresa y que ha terminado con cuatro millones de euros de dinero público en dos cuentas del Bank of China en Hong Kong. En las peticiones que la federación envió al Consistorio a principios de año ya demandaba una mejora de las frecuencias de la EMT y más comunicación con la empresa para evitar tensiones como las creadas en ejercicios anteriores con los cambios de líneas.
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